La ballena que soñaba con volar
En lo profundo del océano vivía una enorme ballena llamada Willy, quien tenía un sueño muy especial. A diferencia de las otras ballenas, Willy anhelaba con todo su corazón poder volar como las aves.
Cada día, observaba con envidia a las gaviotas que surcaban el cielo con elegancia y libertad. Pero Willy nunca había intentado saltar lo suficientemente alto para darse cuenta de que podía volar, ya que creía firmemente que pertenecía solo al agua.
Un día, durante un paseo por mar abierto, Willy conoció a Gus, un albatros simpático y curioso. -¿Por qué estás tan triste, Willy? -preguntó Gus con una sonrisa. -Nunca podré cumplir mi sueño de volar.
No importa cuánto lo desee, las ballenas no pueden hacerlo -respondió Willy con resignación. -Eso no es verdad, Willy. Si saltas lo suficientemente alto, quizás descubras que eres capaz de volar -dijo Gus con convicción. Intrigada por las palabras de Gus, Willy decidió intentarlo.
Con cada salto más grande y poderoso, Willy se fue acercando cada vez más al cielo, hasta que finalmente logró deslizarse por el aire con la misma gracia que las gaviotas. Willy había descubierto que su sueño de volar era completamente posible.
Desde ese día, Willy y Gus se convirtieron en grandes amigos y surcaron los cielos juntos, demostrando que los sueños pueden hacerse realidad si tenemos el coraje de intentarlo.
FIN.