La banda de Benito



Había una vez en un bosque encantado, un oso llamado Benito que tenía un talento muy especial: le encantaba cantar y bailar.

Desde pequeño, Benito había descubierto su pasión por la música y el baile, y siempre estaba tarareando alguna canción mientras daba vueltas y saltos bajo la luz del sol. Un día, mientras paseaba por el bosque, Benito se detuvo a escuchar a unos animalitos que estaban tristes porque no sabían cómo expresar sus emociones.

Benito se acercó a ellos con una sonrisa y les dijo:- ¿Qué les pasa amigos? Veo que están un poco bajoneados.

Los animalitos miraron al oso con timidez, hasta que finalmente uno de ellos habló:- Es que no sabemos cómo decir lo que sentimos. Nos gustaría poder cantar como tú.

Benito los miró con ternura y les propuso algo emocionante:- ¿Qué tal si formamos un grupo musical juntos? Yo les enseñaré a cantar y bailar, ¡y juntos llevaremos alegría a todo el bosque! Los animalitos se iluminaron de emoción ante la idea y aceptaron encantados. Así fue como nació "La banda del bosque", con Benito como líder vocal y coreográfico.

Los ensayos eran divertidos y llenos de risas, pero sobre todo estaban cargados de amor y compañerismo. Pronto, "La banda del bosque" se convirtió en todo un éxito entre los habitantes del lugar.

Los conciertos al aire libre reunían a animales de todas partes, quienes disfrutaban de la música pegajosa y los movimientos coordinados del grupo. La fama de Benito creció rápidamente gracias a su carisma en el escenario. Sin embargo, la envidia comenzó a rondar entre algunos animales que no formaban parte del grupo.

Un día, durante un concierto importante, un par de zorros malintencionados sabotearon el espectáculo haciendo desaparecer los instrumentos musicales minutos antes de empezar.

Benito podría haberse desanimado ante esta situación adversa, pero recordó las palabras de su mamá: "Nunca abandones tu pasión por más obstáculos que encuentres". Con valentía e ingenio, improvisó nuevos instrumentos con objetos del bosque y logró sacar adelante el concierto con gran éxito. Al finalizar la presentación, los demás animales lo ovacionaron emocionados.

Los zorros arrepentidos pidieron disculpas por su comportamiento mezquino. - Perdónanos Benito - dijeron arrepentidos -, nos dejamos llevar por la envidia. Benito los perdonó con generosidad y les ofreció una oportunidad para redimirse uniéndose a "La banda del bosque".

Desde ese día en adelante, todos aprendieron una valiosa lección: cada uno tiene sus propios talentos únicos para compartir con el mundo; lo importante es hacerlo desde el corazón y siempre con bondad hacia los demás.

Y así fue como Benito el oso cantante siguió alegrando los días en el bosque junto a sus amigos músicos, regalando melodías llenas de amor e inspiración para todos aquellos dispuestos a escucharlas.

FIN.

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