La banda improvisada

Benjamín era un niño muy alegre y creativo. Desde pequeño, mostró su amor por la música y siempre estaba tarareando alguna canción. Sus papás compartían esta pasión con él y juntos se divertían tocando diferentes instrumentos.

Un día, Benjamín tuvo una idea brillante: ¿por qué no formar una banda de música familiar? Así nació "Los Bebés", una banda compuesta por Benjamín en la guitarra, su mamá en la batería y su papá en el bajo.

Al principio, solo tocaban para ellos mismos en casa, pero pronto decidieron llevar su música a otros lugares. Se presentaron en cumpleaños infantiles, festivales escolares y hasta en un pequeño bar de la ciudad.

La gente los recibió con mucho entusiasmo y aplaudía cada vez que terminaban una canción. Benjamín estaba feliz de poder compartir su pasión por la música con otras personas. Un día, mientras ensayaban para un importante festival de música local, algo inesperado ocurrió.

La guitarra de Benjamín se rompió justo antes del show. -¡Oh no! -exclamó Benjamín-. ¿Qué vamos a hacer ahora? -No te preocupes hijo -dijo su papá-. Siempre hay soluciones creativas para los problemas.

Y así fue como decidieron improvisar usando objetos cotidianos como instrumentos. Usaron cucharas como baquetas para tocar las sillas de plástico como tambores y utilizaron botellas vacías como flautas. Cuando llegó el momento del show, "Los Bebés" subieron al escenario con sus nuevos —"instrumentos" .

La audiencia estaba sorprendida, pero cuando comenzaron a tocar, se dieron cuenta de que la música seguía siendo maravillosa. La gente aplaudió y ovacionó a "Los Bebés" por su ingenio y creatividad.

Benjamín aprendió una valiosa lección ese día: nunca hay que rendirse ante los problemas, siempre hay soluciones creativas para todo. Desde entonces, "Los Bebés" continuaron tocando juntos y compartiendo su amor por la música con todos aquellos que querían escucharlos.

Benjamín se convirtió en un músico talentoso y creativo gracias a su pasión y perseverancia.