La bandera de la amistad

Ari era un estudiante de primer año en el colegio secundario "San Martín". Era un chico tímido y callado, pero siempre estaba dispuesto a ayudar a sus compañeros.

Un día, la directora anunció que se llevaría a cabo una competencia entre las diferentes divisiones del colegio para ver quién sería el encargado de portar la bandera en los actos cívicos. Ari estaba emocionado por participar, pero no sabía si tendría las habilidades necesarias para ganar.

En su división, había un grupo de estudiantes muy populares que parecían tener todas las ventajas. Pero Ari decidió no rendirse y comenzó a entrenarse con su mejor amigo Lucas.

"Vamos Ari, tú puedes hacerlo", le dijo Lucas mientras corrían juntos por el parque. "No importa lo que digan los demás, si trabajamos duro podemos ganar". Ari se sintió motivado por las palabras de su amigo y continuaron entrenando juntos todos los días después de clases.

Practicaron correr con la bandera y ensayaron cómo desfilar correctamente. Finalmente llegó la competencia y todas las divisiones se reunieron en el patio central del colegio.

Cada equipo presentó su mejor actuación, pero cuando llegó el turno de Ari y Lucas todos quedaron sorprendidos. Ari tomó la bandera en sus manos y comenzó a correr alrededor del patio mientras Lucas lo seguía tocando una trompeta. Los demás estudiantes aplaudían y gritaban animándolos.

Cuando terminaron su presentación, la directora anunció que habían sido elegidos como los ganadores debido a su gran trabajo en equipo y dedicación al entrenamiento. Ari y Lucas saltaron de alegría al escuchar la noticia. Habían demostrado que con esfuerzo y compañerismo se pueden lograr grandes cosas.

Desde ese día en adelante, Ari se convirtió en el portador oficial de la bandera del colegio secundario "San Martín". Y todos los estudiantes lo admiraban por su valentía y dedicación.

Ari aprendió que no importa cuán difícil sea una tarea, siempre puede lograrse si trabajamos juntos y nos esforzamos al máximo.