La bandera y el zorro



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires un grupo de niños que se reunían todos los días para jugar y divertirse.

Un día, mientras jugaban al fútbol en el parque, uno de ellos preguntó:-¿Por qué nuestra bandera tiene esos colores? Los demás niños se quedaron pensando, pero ninguno sabía la respuesta. Entonces decidieron ir a buscar al señor Manuel Belgrano, quien había creado la bandera argentina.

Cuando llegaron a su casa, lo encontraron sentado en su jardín leyendo un libro. Los niños se acercaron tímidamente y le preguntaron:- Señor Belgrano, ¿por qué eligió esos colores para nuestra bandera? Manuel Belgrano sonrió y les invitó a sentarse junto a él.

-Verán chicos -dijo-, cuando luchábamos por nuestra independencia necesitábamos una bandera que nos representara. Queríamos algo sencillo pero con significado. -¡Entonces usted escogió estos colores porque son nuestros! -exclamó uno de los niños. -Sí, exactamente -respondió Belgrano-.

El celeste representa el cielo que cubre nuestro país y el blanco simboliza las nubes blancas que flotan en él. Además, estos dos colores juntos representan la paz y la libertad. -¡Qué interesante! -exclamaron los niños emocionados por haber aprendido algo nuevo sobre su país.

Pero justo cuando estaban por despedirse del señor Belgrano y volver al parque para seguir jugando al fútbol, escucharon un ruido extraño proveniente del bosque cercano... -¿Qué es ese ruido? -preguntó uno de los niños, asustado.

-Manos a la obra chicos -dijo Belgrano con decisión-. Vamos a investigar qué está pasando. Los niños, siguiendo al señor Belgrano, se internaron en el bosque oscuro y frondoso. De repente, escucharon un grito desesperado y corrieron hacia donde provenía el sonido.

Allí encontraron a un pequeño zorro atrapado en una trampa para animales. -¡Pobrecito! -exclamó uno de los niños-. ¿Qué podemos hacer? Belgrano se acercó al animal y lo liberó con cuidado de la trampa.

El zorro salió corriendo hacia su madriguera, pero antes de irse se detuvo por un momento para mirarlos fijamente a los ojos. Gracias -pareció decirle el zorro con su mirada-. Gracias por salvarme la vida.

Los niños y Belgrano regresaron al parque llenos de alegría y emoción por haber ayudado a un ser vivo que necesitaba ayuda. Desde entonces, siempre recordaban esa aventura emocionante cada vez que veían la bandera celeste y blanca ondear en lo alto del mástil más cercano.

La historia nos enseña que todos podemos hacer algo bueno para nuestro país si estamos dispuestos a colaborar juntos como equipo. Además, siempre debemos estar atentos para ayudar cuando alguien necesita nuestra ayuda.

La bandera argentina es mucho más que sólo unos colores: representa la libertad, la paz y el amor por nuestra tierra.

FIN.

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