La batalla contra el demonio



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una casa abandonada que todos decían estaba embrujada por un demonio. La gente evitaba pasar cerca de ella y muchos aseguraban escuchar extraños ruidos provenientes de su interior.

Pero un grupo de seis amigos valientes, conformado por Yanneth, Martín, Sofía, Lucas, Carolina y Juan decidieron desafiar el miedo y entrar a la casa para comprobar si las leyendas eran ciertas.

Al cruzar el umbral de la casa, sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos. El lugar estaba oscuro y polvoriento, con muebles viejos cubiertos por sábanas blancas que parecían fantasmas acechando en cada esquina.

A medida que avanzaban por los pasillos crujientes, comenzaron a escuchar susurros inquietantes y sombras moviéndose rápidamente. "¿Creen que realmente haya un demonio aquí?", preguntó Martín con voz temblorosa.

"No lo sé, pero tenemos que mantenernos juntos y no dejar que el miedo nos domine", respondió Yanneth tratando de infundir valor en sus amigos. De repente, una fuerza maligna los envolvió y los separó violentamente. Los amigos gritaron desesperadamente mientras intentaban encontrar la salida de aquella pesadilla viviente.

Uno a uno fueron cayendo presa del demonio hasta que solo quedó Yanneth luchando por su vida. Con lágrimas en los ojos y el corazón latiendo con fuerza, Yanneth recordó las palabras de aliento de sus amigos caídos y decidió enfrentar al demonio con valentía.

Corrió por pasillos retorcidos hasta llegar al sótano donde encontró al ser maligno acechándola con ojos llenos de odio. "¡No me tendrás tan fácilmente! ¡Soy más fuerte que tú y no permitiré que sigas haciendo daño!", exclamó Yanneth con determinación.

El demonio lanzó llamas azules hacia ella, pero Yanneth las esquivaba ágilmente mientras buscaba una manera de derrotarlo.

Recordando una antigua leyenda sobre cómo vencer a un demonio con amor puro y bondad en el corazón, cerró los ojos y envió pensamientos positivos hacia la criatura oscura frente a ella. Para sorpresa de todos, el demonio comenzó a debilitarse ante la luz brillante del amor sincero de Yanneth.

Poco a poco se desvaneció en el aire hasta desaparecer por completo dejando la casa libre de su malvado influjo. Y así fue como Yanneth logró sobrevivir gracias a su coraje, amistad y bondad inquebrantable.

Regresó al pueblo como heroína contando la historia del poder del amor sobre la oscuridad e inspirando a todos a nunca rendirse ante los desafíos más grandes. Desde entonces, la casa abandonada se convirtió en un símbolo de esperanza y valentía para todos aquellos que escuchaban su historia.

Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Que nunca falte el valor ni la amistad para enfrentar nuestros miedos más profundos!

FIN.

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