La batalla contra los piojos de Villa Alegre



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, tres amigos inseparables: Martina, Benjamín y Sofía. Juntos pasaban sus días explorando el bosque, construyendo fuertes de ramas y jugando al escondite.

Eran tan unidos que incluso tenían un lema secreto: "Siempre juntos, pase lo que pase". Un día de primavera, mientras jugaban en el parque, Sofía comenzó a rascarse la cabeza con fuerza.

Martina y Benjamín se acercaron preocupados y descubrieron que tenía ¡piojos! Sofía estaba muy avergonzada y triste. Temía que sus amigos la rechazaran por tener esos molestos bichitos en su cabello. "Tranquila Sofi, los piojos no son culpa tuya", dijo Martina con cariño.

"Exactamente, lo importante es que estamos juntos para ayudarte a solucionarlo", agregó Benjamín con una sonrisa. Decidieron ir a la farmacia para comprar un tratamiento contra los piojos y pasaron toda la tarde peinándose y riéndose juntos.

Martina contaba chistes para animar a Sofía mientras Benjamín hacía divertidas trenzas en su pelo. Poco a poco, entre risas y juegos, lograron deshacerse de los piojos. A partir de ese día, algo cambió en el grupo de amigos. Se volvieron aún más cercanos si eso era posible.

Comprendieron que la verdadera amistad va más allá de las apariencias o situaciones incómodas. Estaban ahí el uno para el otro en las alegrías y también en las tristezas.

Un mes después, fue el cumpleaños de Martina y los tres amigos organizaron una fiesta sorpresa en el patio de su casa. Hubo globos de colores, torta de chocolate y música alegre. Martina sopló las velitas rodeada del amor de sus amigos.

"¡Gracias por ser los mejores amigos del mundo!", exclamó Martina emocionada. "¡Y gracias por enseñarnos que juntos podemos superar cualquier cosa!", respondió Sofía abrazando a sus compañeros.

Así, entre abrazos y risas sinceras, estos tres niños demostraron que la verdadera amistad es un tesoro invaluable que nos acompaña en cada etapa de la vida.

Y aunque los piojos hayan sido solo una anécdota más en su historia compartida, les enseñó una valiosa lección: estar ahí incondicionalmente unos para otros es lo que realmente importa en este hermoso viaje llamado amistad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!