La batalla de Luna



Había una vez en un lejano bosque mágico, donde los árboles brillaban con colores vivos y los animales hablaban entre sí. En ese lugar especial, vivía una hada llamada Luna, conocida por su bondad y sabiduría.

Un día, Luna se dio cuenta de que el bosque estaba perdiendo poco a poco su magia. Las flores ya no brillaban como antes y los arroyos dejaron de murmurar melodías encantadas.

Preocupada por lo que estaba ocurriendo, decidió emprender un viaje para descubrir la causa de aquel extraño fenómeno. Durante su travesía, Luna se encontró con diferentes criaturas del bosque que le contaron que un malvado duende había llegado al lugar y estaba robando la magia para sí mismo.

Determinada a detenerlo, siguió las indicaciones de sus amigos animales hasta llegar al escondite del duende. Al entrar en la cueva oscura donde habitaba el duende, Luna vio cómo este acumulaba frascos llenos de luz y color robados al bosque.

Con valentía, se acercó al duende y le dijo con voz firme: "¡Deja de robar la magia del bosque! Debes devolver lo que has tomado". El duende, sorprendido por la determinación de Luna, comenzó a reírse burlonamente.

"-¿Y quién eres tú para enfrentarte a mí?", preguntó con arrogancia. "-Soy Luna, el hada protectora del bosque mágico, y no permitiré que lo dañes más", respondió ella con determinación.

Ante las palabras de Luna, el duende lanzó un hechizo oscuro en su dirección. Pero gracias a su valentía y pureza de corazón, el hechizo se desvaneció antes de alcanzarla.

Sorprendido por la fuerza interior de Luna, el duende finalmente accedió a devolver toda la magia que había robado. Con cada frasco devuelto al bosque mágico, las flores volvieron a brillar con intensidad y los arroyos recuperaron sus melodías encantadas. El malvado duende desapareció del lugar para no volver nunca más.

Desde ese día en adelante, Luna fue aún más admirada en el bosque mágico por su valentía y determinación para proteger aquello que amaba. Y así, gracias a ella, la magia permaneció viva para siempre en aquel maravilloso lugar lleno de luz y color.

FIN.

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