La Belleza de Dos la Perrita
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Patitas Felices, una perrita llamada Dos. Dos era una perrita muy alegre y juguetona que vivía con su dueña, la señora Rosa, en una acogedora casita de campo.
Un día, la señora Rosa decidió llevar a Dos a la peluquería canina para que le hicieran un cambio de look.
Al principio, Dos estaba emocionada por la idea de lucir diferente, pero cuando llegaron a la peluquería y vio las tijeras y los moñetes coloridos que le iban a poner, se asustó. "¡Ay no! ¡Yo no quiero moñetes!", exclamó Dos asustada. La peluquera intentaba tranquilizarla diciendo: "Tranquila, Dos.
Los moñetes te van a quedar preciosos y te harán lucir aún más hermosa". Pero Dos no quería ni escuchar razones. Se escapó corriendo de la peluquería y se escondió detrás de unos arbustos en el parque del pueblo.
La señora Rosa estaba preocupada por su mascota y comenzó a buscarla por todos lados. Mientras tanto, en el parque, Dos se encontró con Lila, una gatita callejera muy astuta y valiente. Lila notó que Dos estaba triste y le preguntó qué le pasaba.
"No quiero que me pongan moñetes en mi pelo", respondió Dos con voz temblorosa. Lila sonrió con picardía y dijo: "¡No te preocupes! Yo sé cómo solucionar este problema. Ven conmigo".
Dos siguió a Lila hasta un rincón secreto del parque donde se encontraban varios animales del lugar: Panchito el conejo saltarín, Tito el ratón curioso y Lola la tortuga sabia. Todos ellos eran amigos de Lila y juntos formaban "El Club de los animals".
"¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestra amiga Dos?", preguntó Lila al grupo. Después de pensar un rato, Panchito propuso organizar un desfile de moda para mostrarle a Dos lo divertido que podían ser los accesorios como los moñetes.
Todos estuvieron de acuerdo con la idea e inmediatamente se pusieron manos a la obra.
Con mucha creatividad e ingenio, cada uno de los integrantes del club creó sus propios accesorios para lucir en el desfile: Tito hizo una corona brillante con restos de papel plateado, Lola decoró su caparazón con flores silvestres y Panchito diseñó unos pendientes hechos con zanahorias. Llegado el día del desfile, Dos estaba impresionada al ver lo hermosos que lucían sus amigos con sus accesorios únicos y originales.
Se dio cuenta de que no importaba cómo luciera externamente sino cómo se sentía internamente consigo misma. "¡Wow! ¡Todos ustedes están increíbles! Me encanta ver su estilo único", exclamó emocionada Dos.
Al final del desfile, Lila sacó un paquete sorpresa debajo del escenario y se lo entregó a Dos. Cuando abrió el paquete, descubrió una diadema especial hecha especialmente para ella: era sencilla pero elegante, tal como le gustaba a Dos.
"Gracias amigos por enseñarme que lo importante no es cómo te ven los demás sino cómo te sientes contigo mismo", dijo emocionada dos mientras todos aplaudían felices. Desde ese día en adelante, Dos aprendió a valorarse tal como era y nunca más tuvo miedo de probar cosas nuevas o diferentes.
Y así fue como "El Club de los animals" demostraron que juntos podían superar cualquier obstáculo haciendo uso de su creatividad e imaginación.
FIN.