La belleza de Pedro
Había una vez en un pequeño pueblo cerca de la montaña, un niño llamado Pedro.
Pedro era un niño muy especial, siempre estaba lleno de alegría y energía, pero tenía algo que lo diferenciaba del resto de los niños: su piel era oscura. A pesar de esto, Pedro nunca dejaba que eso afectara su felicidad. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, escuchó a dos niños susurrando entre ellos:- Mira a Pedro, es tan oscuro.
Debe ser raro. Pedro los escuchó y sintió un nudo en su estómago. Se acercó lentamente y les dijo con voz firme:- No importa cómo luzca por fuera, lo importante es cómo soy por dentro.
Y yo soy feliz siendo quien soy. Los dos niños se quedaron sorprendidos por la respuesta de Pedro y se disculparon. Desde ese día, Pedro siguió disfrutando de cada momento con una sonrisa en su rostro.
Un verano, el pueblo decidió organizar una competencia de pintura para los niños. Todos estaban emocionados e inmediatamente comenzaron a planificar sus obras maestras. Cuando llegó el día del concurso, todos quedaron asombrados al ver la pintura de Pedro.
Había creado un hermoso paisaje nocturno lleno de estrellas brillantes y la luna iluminando el cielo oscuro. - ¡Es increíble! -exclamaron todos. Pedro ganó el primer premio y recibió una caja llena de colores nuevos como regalo.
Estaba radiante de felicidad y orgullo. Poco después del concurso, una tormenta azotó el pueblo causando estragos en las casas y árboles cercanos. - ¡Tenemos que hacer algo! -dijo Pedro decidido.
Con sus nuevos colores, Pedro comenzó a dibujar rayos solares brillantes saliendo entre las nubes negras en las ventanas rotas y árboles caídos del pueblo. Pronto, otros niños se le unieron y juntos transformaron la tristeza en esperanza pintando arcoíris y flores coloridas por todo el lugar.
- ¡Gracias a ti, Pedro! -dijeron los vecinos con lágrimas en los ojos. Desde ese día, todos aprendieron a no juzgar por las apariencias y valorar lo que realmente importa: la bondad del corazón.
Y así, Pedro demostró que incluso en la oscuridad más profunda puede brillar la luz más intensa si uno tiene amor para compartir con el mundo.
FIN.