La belleza del corazón



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Sofía. Sofía era conocida por todos como "la bella", ya que era muy hermosa y siempre lucía radiante con su sonrisa.

Pero lo que nadie sabía es que Sofía tenía una hermana gemela llamada Martina, a quien todos llamaban "la fea" porque no se preocupaba por arreglarse y siempre andaba despeinada y sucia.

Un día, la maestra de la escuela anunció que habría un concurso de talentos en el pueblo y todas las familias estaban invitadas a participar.

Sofía estaba emocionada y quería cantar en el concurso, pero cuando le preguntó a Martina si quería unirse a ella, Martina respondió: "-No tengo talento para nada, además ¿quién querría ver a alguien tan feo como yo en un escenario?". Sofía se entristeció al escuchar las palabras de su hermana y decidió ayudarla a descubrir su talento.

Durante días, practicaron juntas diferentes actividades como cocinar, pintar e incluso hacer malabares. Hasta que finalmente descubrieron que Martina tenía un gran talento para contar historias increíbles.

El día del concurso llegó y Sofía subió al escenario para cantar una hermosa canción mientras Martina esperaba nerviosa detrás del telón para contar su historia. Cuando llegó su turno, Martina salió al escenario y comenzó a relatar una historia tan cautivadora que todos los presentes quedaron sorprendidos por su talento.

Al finalizar el concurso, el jurado anunció que Sofía había ganado el primer premio por su increíble voz, pero también mencionaron a Martina como la revelación del evento gracias a sus habilidades para contar historias.

Desde ese día, Martina dejó de ser conocida como "la fea" y empezaron a llamarla "la talentosa". Las dos hermanas aprendieron la importancia de valorarse mutuamente más allá de su apariencia física y descubrieron que cada persona tiene algo especial que ofrecer al mundo.

Y así, juntas demostraron que la verdadera belleza está en el interior y que los talentos únicos de cada uno son lo que realmente nos hace especiales.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!