La biblioteca dorada



Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, dos hermanas llamadas Betty y Rosmery. Betty tenía 8 años y era una niña muy curiosa y aventurera.

Rosmery, por otro lado, tenía 6 años y era más tímida pero siempre estaba dispuesta a seguir a su hermana mayor en todas sus locuras. Un día soleado, mientras jugaban en el jardín trasero de su casa, Betty tuvo una idea emocionante.

"¡Rosmery! ¡Vamos a explorar el bosque que está al final del camino!" exclamó con entusiasmo. Rosmery dudó un poco, pero luego sonrió tímidamente y asintió. Juntas se adentraron en el frondoso bosque lleno de árboles altos y misteriosos sonidos de la naturaleza.

Mientras caminaban entre los árboles, encontraron un sendero encantador que las llevó hasta un claro rodeado de flores silvestres. Allí vieron algo brillante bajo un rayo de sol: ¡una llave dorada!"¿Qué crees que abre esta llave?" preguntó Betty emocionada.

Rosmery pensó por un momento antes de responder: "Tal vez abre la puerta hacia un tesoro escondido". Las dos hermanas intercambiaron miradas llenas de emoción y decidieron buscar esa supuesta puerta secreta.

Siguiendo el sendero aún más profundo en el bosque, llegaron a una antigua cabaña abandonada. Con valentía e intriga, Betty giró la llave dorada en la cerradura oxidaday para sorpresa de las hermanas, la puerta se abrió lentamente.

Dentro de la cabaña encontraron un viejo baúl lleno de libros mágicos. Cada libro tenía una historia diferente y fascinante que contar. "¡Esto es increíble!" exclamó Betty mientras hojeaba uno de los libros. "Podemos aprender tantas cosas interesantes aquí".

Rosmery asintió con entusiasmo y juntas comenzaron a leer los cuentos mágicos. A medida que avanzaban en las historias, descubrieron valiosas lecciones sobre amistad, perseverancia y generosidad. Con cada página que pasaban, las hermanas se dieron cuenta de lo importante que era compartir sus conocimientos con los demás.

Decidieron crear su propia biblioteca en el pueblo para que todos pudieran disfrutar de esos maravillosos cuentos. Betty y Rosmery trabajaron arduamente para recolectar más libros y organizar la biblioteca comunitaria.

Invitaron a niños y adultos del pueblo a visitarla y disfrutar de todas las historias mágicas. La noticia se extendió rápidamente por todo el lugar, despertando el interés de muchas personas.

Pronto, la pequeña biblioteca se convirtió en un lugar acogedor donde todos podían reunirse para leer, aprender e intercambiar ideas. Betty y Rosmery estaban felices al ver cómo su idea había traído tanta alegría a su comunidad.

Descubrieron que incluso siendo pequeñas podían hacer grandes cosas si trabajaban juntas y compartían sus conocimientos con los demás. Y así, gracias a su espíritu aventurero y generoso corazón, Betty y Rosmery se convirtieron en heroínas de su pueblo, inspirando a todos a nunca dejar de aprender y compartir con los demás.

Y colorín colorado, esta historia de amor por la lectura ha terminado.

FIN.

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