La Biblioteca Encantada



Los tres amigos, Lila, Mateo y Santi, estaban parados frente a la puerta de la biblioteca. Era de noche, y la luna iluminaba tenuemente el letrero que decía: 'Biblioteca Pública'.

"/No puedo creer que estemos haciendo esto!"/ - dijo Lila mientras encendía su linterna.

"/Yo tampoco, pero tenemos que descubrir la verdad!"/ - respondió Santi, emocionado.

"/Puede que haya libros que vuelan o algo así, ¡sería increíble!"/ - agregó Mateo, con su curiosidad a flor de piel.

Al abrir la puerta, un viento suave recorrió el lugar y las luces de la biblioteca titilaron brevemente, como si estuvieran recibiendo una visita.

Mientras avanzaban, los amigos notaron que muchos libros estaban perfectamente alineados, pero otros, en cambio, parecían tener vida propia.

"/Miren eso!"/ - exclamó Lila, señalando un libro que estaba abierto, con las páginas saltando. "/¿Por qué se mueve?"/

"/Tal vez quiere que lo leamos!"/ - sugirió Mateo.

"/Pero, ¿y si nos cuenta un cuento de miedo?"/ - preguntó Santi, algo asustado.

A pesar del miedo, decidieron acercarse al libro. Cuando lo abrieron, las palabras comenzaron a brillar y de repente, una voz suave emergió:

"/Hola, pequeños aventureros. Bienvenidos a la Biblioteca Encantada!"/

"/¿Quién eres?"/ - preguntó Lila, fascinada.

"/Soy el Guardián de los Libros. Aquí, cada libro tiene una historia que contar. Si quieren escucharla, deberán ayudarme a encontrar el libro perdido."/

Los tres amigos se miraron intrigados.

"/¿Un libro perdido?"/ - repitió Santi.

"/Sí, un libro que contiene historias maravillosas. Sin él, la magia de la biblioteca se extinguirá!"/ - explicó el Guardián.

"/Podemos ayudar!"/ - se ofreció Mateo, lleno de entusiasmo.

"/¿Pero cómo?"/ - inquirió Lila.

El Guardián les mostró un mapa antiguo donde podían ver los diferentes rincones de la biblioteca. Había estanterías enormes, atrios oscuros y hasta una escalera que parecía llevar a las nubes.

"/Debemos buscarlo juntos, ¿ustedes están listos?"/ - preguntó el Guardián.

"/¡Sí!"/ - gritaron los amigos al unísono.

Su primera parada fue una estantería alta que parecía temblar.

"/Ahí hay narices y labios en la tapa de los libros, ¿será un libro de cuentos interactivos?"/ - cuestionó Lila.

"/Vamos a revisar, pero tengamos cuidado,! !"/ - añadió Santi.

Al abrir un libro, un pequeño dragón de papel salió volando.

"/¡Aaah! ¿Qué es eso?"/ - gritó Santi, mientras intentaba atrapar al dragón. Todos se rieron al ver el pequeño ser volar en círculos.

"/Es un dragón de cuento!"/ - dijo Mateo, emocionado.

"/¿Tienes alguna pista sobre el libro perdido?"/ - preguntó Lila al dragón.

"/¡Sigue la risa!"/ - contestó el dragón antes de regresar a su libro.

Siguiendo la pista, los amigos escucharon una risa proveniente de un oscuro rincón.

"/¿Quién se ríe?"/ - susurró Santi.

"/¡Vamos a averiguarlo!"/ - dijo Lila, mientras tomaba la delantera.

Al llegar al lugar, encontraron a un grupo de libros animados que se estaban divirtiendo.

"/¡Hey! Ustedes! ¿Han visto el libro perdido?"/ - preguntó Mateo.

"/¿Los extraños?"/ - respondió un libro de cubiertas brillantes. "/El último que lo vio estaba en el Jardín de Páginas. Pero no lo busquen, ¡hace tiempo que no se deja ver!"/

"/No podemos rendirnos!"/ - exclamó Santi.

Los amigos decidieron aventurarse hacia el Jardín de Páginas. Allí, las hojas de los árboles eran en realidad páginas de cuentos y disfrutaron de un hermoso paisaje.

"/¡Wow! Esto es mágico!"/ - dijo Lila.

"/Pero debemos enfocarnos en el libro perdido!"/ - recordó Mateo.

Pronto se encontraron con un gran árbol cuya corteza tenía símbolos de libros escritos.

"/Busquen y verán!"/ - dijo un árbol sabio.

Lila, recogiendo fuerzas, recordó una oración de la biblioteca.

"/Tal vez el libro que buscamos está aquí!"/ - dijo. Juntos, comenzaron a tocar el árbol. Y de repente, el suelo tembló, y un libro dorado salió de su interior.

"/El libro perdido!"/ - gritaron con alegría.

El Guardián de los Libros apareció de nuevo.

"/¡Lo encontraron! Ustedes tienen valentía y son curiosos, cualidades de buenos lectores!"/

Tras regresar al lugar de encuentro, el Guardián recompensó a los amigos con un reto especial:

"/Siempre habrá historias en este lugar, y ahora son parte de ellas. Cada vez que lean un libro, imaginen que son los protagonistas. ¡Nunca dejen de explorar y aprender!"/

Y así, los tres amigos, llenos de nuevos conocimientos, salieron de la biblioteca con una promesa en su corazón: siempre estarían dispuestos a aprender algo nuevo y compartir la magia de las historias con otros. Al salir, miraron hacia la noche estrellada, sabiendo que la verdadera aventura apenas comenzaba.

FIN.

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