La biblioteca mágica
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, dos amigos llamados Damián y Sofía. Damián era un niño muy inteligente, pero pasaba mucho tiempo viendo la televisión y jugando videojuegos.
Por otro lado, Sofía tenía dificultades para leer debido a su dislexia. Un día, mientras caminaban por el parque juntos, Sofía le preguntó a Damián: "¿Por qué siempre estás pegado a la televisión? Hay tantas cosas interesantes que podríamos hacer juntos".
Damián respondió: "Lo siento Sofi, es que me encanta ver mis programas favoritos y jugar juegos todo el día". Sofía se sintió triste al escuchar esto porque sabía que había muchas cosas emocionantes por descubrir fuera de la pantalla. Entonces decidió hacer algo al respecto.
Un día después de la escuela, Sofía llevó a Damián a la biblioteca del pueblo. Al principio Damián estaba aburrido y no quería estar allí.
Pero luego Sofía comenzó a mostrarle los libros más interesantes y emocionantes que encontró en las estanterías. Le mostró libros sobre aventuras en selvas tropicales, historias sobre piratas valientes e incluso algunos cómics divertidos. Damián se sorprendió al darse cuenta de lo mucho que le gustaba leer estos libros.
Comenzaron a leer juntos durante horas todos los días después de la escuela. Sin embargo, un día cuando llegaron a casa del colegio se encontraron con una noticia terrible: La biblioteca iba cerrar porque no tenían suficientes fondos para mantenerla abierta.
Damián estaba devastado ya que había descubierto lo mucho que disfrutaba leer gracias a Sofía. Entonces, decidió hacer algo para ayudar. Junto con Sofía, Damián organizó una venta de pasteles para recaudar fondos y salvar la biblioteca.
La gente del pueblo compró sus deliciosos pasteles y donaron generosamente. Finalmente, lograron recaudar suficiente dinero para mantener la biblioteca abierta por muchos años más.
Y así, Damián aprendió que hay muchas cosas emocionantes y divertidas que se pueden hacer fuera de la televisión si solo estás dispuesto a intentarlo. "Gracias Sofi por mostrarme lo maravilloso que es leer", dijo Damián sonriendo mientras le daba un abrazo de agradecimiento. "De nada amigo, siempre estoy aquí para ayudarte", respondió Sofía felizmente.
Desde ese día en adelante, los dos amigos pasaron su tiempo libre explorando el mundo de los libros juntos y creciendo como lectores apasionados.
FIN.