La Biblioteca Secreta de Mallorca



Una vez en la mágica isla de Mallorca, vivía un ser mitológico llamado Nubelín. Tenía la apariencia de un pequeño dragón de colores brillantes y alas esponjosas. Mientras volaba sobre las tranquilas aguas del Mediterráneo, Nubelín soñaba con aventuras más allá de las nubes y las estrellas.

Un día, mientras exploraba una cueva escondida detrás de una cascada, Nubelín se topó con una puerta misteriosa hecha de madera antigua, cubierta de enredaderas.

"¿Qué será esto?" - se preguntó, mientras trataba de abrirla con sus pequeñas patas.

Empujó con todas sus fuerzas y, para su sorpresa, la puerta se abrió lentamente, revelando una biblioteca secreta llena de libros grandes y brillantes. La luz de la cueva hacía que las páginas brillaran como si estuvieran llenas de estrellas.

"¡Wow!" - exclamó Nubelín "¡Esto es increíble!".

Emocionado, voló hacia un libro grande titulado "Las Aventura de los Héroes". Al abrirlo, las palabras comenzaron a despegarse de las páginas y formar imágenes que rodearon a Nubelín.

"¿Dónde estoy?" - preguntó asombrado.

"Estás en el Reino de los Cuentos. Cada libro te llevará a una nueva aventura" - respondió un pequeño hada de luz que emergió del libro.

"¿Puedo vivir esas aventuras?" - inquirió Nubelín, con los ojos llenos de alegría.

"Por supuesto, valiente dragón. Pero recuerda, cada aventura tiene un desafío que enfrentar" - dijo el hada.

Sin dudar, Nubelín eligió un libro sobre valientes navegantes y, cogiéndolo, un torbellino de colores lo llevó a un barco de piratas que navegaba por mares llenos de tesoros y criaturas marinas.

Una vez allí, se encontró con el Capitán Marmalade, un viejo pirata con una gran barba y un ojo de cristal.

"¡Hola, muchacho! ¿Quieres ser parte de la tripulación?" - preguntó el Capitán Marmalade.

"¡Claro! Pero, ¿qué hay de la aventura?" - gritó Nubelín.

"¡Ah! La aventura está en buscar el tesoro del Reino Perdido, pero hay que cruzar el Sendero de las Bestias" - explicó el capitán mientras señalaba un mapa viejo y desgastado.

Nubelín, excitado, aceptó el desafío. Junto a la tripulación, navegaron desafiando tormentas y recorriendo islas misteriosas. Pero, al llegar al Sendero de las Bestias, la situación se volvió peligrosa. En medio del sendero, aparecieron bestias enormes y temibles, listas para proteger su tesoro.

"¡No puedo pasar!" - expresó Nubelín, temblando un poco.

"No temas, pequeño dragón. Utiliza tu ingenio y coraje" - le dijo el Capitán Marmalade.

Nubelín cerró los ojos y recordó algo que había leído en otro libro: el poder de la amistad. Así que, en lugar de asustarse, empezó a hablar con las bestias.

"¡Hola, amigos! No venimos a pelear, solo queremos compartir el tesoro" - dijo con valentía.

Las bestias, sorprendidas por su audacia y dulzura, se miraron entre ellas y decidieron dejarlo pasar. Luego de muchas aventuras, finalmente llegaron al Reino Perdido, donde brillaban tesoros de colores y luces.

"Hicimos lo imposible. Juntos somos más fuertes" - dijo Nubelín, mientras abrazaba al Capitán Marmalade y a sus nuevos amigos.

Con el corazón lleno de alegría, regresó a la biblioteca secreta, lleno de historias y amigos.

"Hoy aprendí que la verdadera aventura no está solo en los tesoros materiales, sino en los lazos de amistad y valor" - reflexionó.

Esa noche, Nubelín decidió que exploraría más libros y que cada aventura que viviera sería una oportunidad para conocer el mundo, aprender y hacer nuevos amigos. Y desde entonces, la biblioteca secreta se convirtió en su lugar favorito, donde cada página lo llevaba a nuevas historias y lecciones.

Y así, Nubelín, el pequeño dragón, siguió viviendo muchas más aventuras, siempre recordando que cada historia tiene un mensaje y que la amistad es el más grande de los tesoros.

FIN.

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