La biblioteca verde de Lucía

Lucía era una niña muy especial. Desde pequeña, había sentido una gran pasión por los libros y la lectura.

Pasaba horas y horas en su habitación leyendo todo lo que caía en sus manos, desde cuentos de hadas hasta enciclopedias. Pero un día, algo extraño comenzó a suceder. La tierra empezó a cambiar. Los ríos se secaban, las cosechas no daban frutos y los animales empezaron a morir poco a poco.

Lucía se dio cuenta de que algo estaba mal. Sabía que tenía que hacer algo para ayudar a la naturaleza y al planeta. Entonces decidió tomar cartas en el asunto.

Un día, mientras caminaba por el parque cerca de su casa, vio un árbol viejo y enfermo. Se detuvo frente a él y pensó: "¿Qué puedo hacer para ayudarte?". De repente, sintió como si el árbol le hablara: "Necesitamos más árboles como yo para mantener el equilibrio natural del planeta".

Lucía sabía que tenía que actuar rápido. Decidió empezar una campaña para plantar árboles en toda la ciudad. Habló con sus amigos del colegio y les contó sobre su idea.

"¡Vamos todos juntos! ¡Podemos salvar nuestro planeta!"- exclamó Lucía emocionada. Así fue como empezaron a trabajar juntos para plantar árboles en cada rincón de la ciudad. También aprendieron sobre reciclaje, cuidado del agua y cómo reducir el uso de plásticos.

Pero había un problema: ¿dónde guardarían todos esos libros?"No te preocupes, tengo una idea", dijo Lucía con una sonrisa en el rostro. Decidió construir una biblioteca comunitaria. Habló con algunos vecinos y juntos recolectaron libros para crear la biblioteca.

Fue un gran éxito y muchas personas se sumaron a la iniciativa. La biblioteca se convirtió en un lugar donde los niños podían leer, aprender y compartir conocimientos. La ciudad empezó a cambiar poco a poco gracias al esfuerzo de Lucía y sus amigos.

Un día, mientras caminaba por el parque, Lucía vio que el árbol viejo estaba floreciendo de nuevo. Se acercó a él y sintió que le decía: "Gracias por ayudarnos a todos".

Lucía sonrió feliz, sabiendo que había hecho algo bueno por su planeta y por todas las criaturas que lo habitaban. A partir de ese día, siguió dedicando su vida a cuidar del medio ambiente y compartiendo su amor por los libros con todos los que quisieran escucharla.