La bicicleta de Doramas
Había una vez en la hermosa isla de Gran Canaria, un pequeño elfo llamado Doramas. Vivía en el encantador pueblo de Arucas, rodeado de naturaleza y magia.
Un día, Doramas recibió una triste noticia: su querida amiga Gara había tenido un accidente de coche y estaba hospitalizada en el Hospital Doctor Negrín. Doramas se preocupó mucho por su amiga y decidió visitarla para llevarle alegría y compañía.
Sin embargo, no tenía forma de llegar al hospital más que en bicicleta porque sus alas eran demasiado pequeñas para volar grandes distancias. Con valentía, Doramas se preparó para emprender el viaje hacia el hospital. Montó en su bicicleta mágica y partió con determinación.
Pero pronto se dio cuenta de que las carreteras estaban en muy mal estado debido a las fuertes lluvias recientes. "¡Vaya! ¡Estas carreteras están llenas de baches! ¡Pero no me rendiré!", exclamó Doramas mientras pedaleaba con esfuerzo.
A medida que avanzaba, encontraba obstáculos cada vez más difíciles de superar: charcos gigantes, barro resbaladizo e incluso árboles caídos bloqueando el camino. Parecía que todo estaba conspirando contra él para impedirle llegar al hospital.
Además del mal estado de las carreteras, otro problema surgió cuando Doramas intentó utilizar su gps mágico para encontrar la ruta más corta hacia el hospital.
Para su sorpresa, ¡el gps no funcionaba!"¡Oh no! ¿Qué voy a hacer ahora? Sin gps, me resultará aún más difícil encontrar el camino correcto", pensó Doramas preocupado. Pero en lugar de rendirse, Doramas decidió confiar en su instinto y seguir adelante. Recordó los consejos que había recibido de su abuelo elfo: "Cuando te encuentres perdido, busca las señales de la naturaleza.
Ellas siempre te guiarán". Siguiendo ese consejo, Doramas comenzó a prestar atención a su alrededor. Observó el vuelo de los pájaros y notó que se dirigían hacia una dirección en particular.
Decidió seguirlos y pronto se dio cuenta de que estaban volando hacia el Hospital Doctor Negrín. "¡Eso es! Los pájaros me están mostrando el camino", exclamó emocionado Doramas. Con renovada energía, pedaleó con más fuerza hasta llegar finalmente al hospital.
Al entrar en la habitación de Gara, vio cómo su amiga sonreía al verlo. "Doramas, ¡qué sorpresa tan maravillosa! Me alegra tanto verte aquí", dijo Gara emocionada. Doramas le contó todas las dificultades que había enfrentado en el viaje y cómo logró superarlas sin rendirse.
Ambos se dieron cuenta de lo importante que es no dejarse vencer por los obstáculos y confiar en uno mismo para alcanzar sus metas.
A partir de ese día, Doramas y Gara aprendieron a valorar aún más su amistad y a nunca perder la esperanza, incluso cuando las cosas parecieran difíciles. Juntos descubrieron que con determinación y confianza en sí mismos pueden superar cualquier obstáculo que se les presente en la vida.
Y así, Doramas y Gara continuaron viviendo aventuras mágicas en la hermosa isla de Gran Canaria, recordando siempre el valioso mensaje de nunca rendirse y confiar en uno mismo para alcanzar sus sueños.
FIN.