La bicicleta solidaria de Kari



Kari era una chica muy activa y le encantaba hacer deporte. Un día decidió que quería ir al trabajo en bicicleta y desde entonces no ha dejado de hacerlo.

Cada mañana se levantaba temprano, preparaba su mochila con todas las cosas que necesitaba para el trabajo y salía a la calle con su bicicleta. Le gustaba sentir el viento en su rostro mientras pedaleaba por las calles de la ciudad.

Un día, mientras iba en su bicicleta, Kari se encontró con un niño que estaba llorando en la calle. Se acercó a él para preguntarle qué le pasaba. - ¿Qué te pasa? -preguntó Kari preocupada.

- Perdí mi pelota y no puedo encontrarla -respondió el niño entre sollozos. Kari sonrió y decidió ayudarlo a buscarla. Juntos recorrieron varias cuadras hasta que finalmente encontraron la pelota detrás de un árbol. - ¡Lo encontramos! -exclamó Kari emocionada.

El niño le agradeció mucho por ayudarlo y Kari continuó su camino hacia el trabajo. Durante todo el día no podía dejar de pensar en lo feliz que había hecho al niño simplemente ayudándolo a encontrar su pelota.

Esa noche, cuando llegó a casa, decidió investigar si existían organizaciones o grupos de personas que hacían acciones solidarias en la ciudad. Descubrió que sí había muchas opciones y decidió unirse a uno de ellos.

A partir de ese momento, todos los fines de semana iba con sus amigos del grupo solidario a diferentes barrios para ayudar a las personas que lo necesitaban. Hacían actividades como recolectar alimentos y ropa para donar, o simplemente pasar tiempo con los niños del barrio.

Con el tiempo, Kari se dio cuenta de que su amor por la bicicleta no solo le permitía disfrutar del aire libre y hacer ejercicio, sino también ayudar a las personas de su comunidad.

Se sentía muy feliz de poder hacer una diferencia en la vida de otros. Desde entonces, no solo iba al trabajo en bicicleta todos los días, sino que también participaba activamente en acciones solidarias.

Y así es como Kari encontró un propósito más grande en su vida gracias a su pasión por la bicicleta.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1