La bondad de Camilo Jardín
Había una vez un niño llamado Camilo Jardín, quien vivía en una casa rodeada de árboles y flores. A él le encantaba jugar con sus amigos al aire libre y disfrutar del sol.
Un día, después de pasar toda la mañana jugando con sus amigos, Camilo decidió regresar a su casa para almorzar con su familia. Al llegar, su mamá lo recibió con un gran abrazo y le preguntó cómo había sido su mañana.
"¡Mamá! La pasé genial jugando con mis amigos en el parque", respondió Camilo emocionado. "Me alegra mucho que hayas disfrutado tu mañana, hijo", dijo la mamá sonriendo. "Ahora es hora de almorzar antes de que te vayas a dormir la siesta".
Camilo se sentó junto a su familia en la mesa del comedor y compartieron una comida deliciosa mientras hablaban sobre las aventuras que habían tenido durante el día.
Después de terminar de comer, Camilo fue al baño para cepillarse los dientes antes de dormir la siesta. Su mamá lo acompañó hasta allí y juntos se lavaron los dientes mientras cantaban una canción divertida.
Cuando terminaron, Camilo se acostó en su cama para descansar un rato antes de volver a jugar con sus amigos por la tarde. Pero justo cuando estaba por cerrar los ojos, escuchó un ruido extraño afuera.
Curioso por saber qué era ese ruido, salió corriendo hacia el jardín trasero donde encontró algo sorprendente: ¡un pequeño pájaro había caído del nido! Camilo rápidamente llamó a su mamá y juntos cuidaron al pajarito, dándole agua y comida hasta que se sintió mejor.
Después de un rato, el pájaro recuperó sus fuerzas y voló hacia su nido en lo alto del árbol. "¡Qué aventura tan emocionante!", exclamó Camilo, feliz por haber ayudado al pequeño pájaro. "Sí, hijo", dijo la mamá sonriendo. "Siempre hay algo interesante que descubrir cuando prestamos atención a nuestro entorno".
Camilo aprendió una valiosa lección ese día: la importancia de ser amable con los demás seres vivos y estar atento a las necesidades de los demás.
Y así, con una sonrisa en su rostro, se fue a jugar con sus amigos sabiendo que había hecho algo bueno por el mundo.
FIN.