La brigada de limpieza de Arturo
Había una vez en un hermoso pueblo de Colombia llamado Villa Verde, donde vivían muchos animales en armonía. Había monos juguetones, loros parlanchines y osos perezosos que dormían la siesta bajo los árboles.
Un día, llegó al pueblo un nuevo habitante: un oso hormiguero llamado Arturo. Arturo era muy curioso y siempre estaba investigando cosas nuevas.
Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con algo que nunca antes había visto: ¡una enorme montaña de basura! El río que pasaba por el pueblo estaba lleno de bolsas plásticas y botellas vacías. "¡Pobres animalitos! Esto no puede seguir así", pensó Arturo con tristeza. Decidió entonces hablar con los demás animales del pueblo para buscar una solución al problema.
Se reunió con Margarita la mono, Paco el loro y Lola la osa perezosa para contarles lo que había descubierto. "Tenemos que hacer algo para limpiar nuestro hogar.
Si seguimos así, pronto no podremos ni beber agua del río", les dijo Arturo con determinación. Los cuatro amigos se pusieron manos a la obra y comenzaron a reagarrar la basura del bosque y el río.
Poco a poco, otros animales se fueron sumando a su causa: las ardillas, los pájaros carpinteros e incluso las ranas del estanque. Después de varios días de arduo trabajo, lograron limpiar por completo el pueblo y devolverle su esplendor natural.
Los árboles volvieron a brillar verdes y frondosos, el río recuperó su pureza cristalina y todos los animales vivían felices otra vez. "Gracias por enseñarnos que juntos podemos lograr grandes cosas", le dijo Margarita al oso hormiguero con admiración. Arturo sonrió orgulloso pero humilde. "No hay de qué.
Lo importante es cuidar nuestro hogar y trabajar en equipo para conservarlo siempre limpio". Desde ese día, en Villa Verde todos aprendieron la importancia de respetar la naturaleza y mantener limpia su casa común.
Y cada vez que alguien tiraba un papel al suelo, recordaban la gran hazaña de Arturo y sus amigos para inspirarse a ser mejores guardianes del planeta.
FIN.