La bruja bondadosa



En un pequeño pueblo encantado por la magia, vivía una bruja llamada Rosa. A pesar de ser muy bondadosa y ayudar a todos los habitantes del lugar, la gente la tenía miedo y la evitaba, solo por ser una bruja.

Un día, una terrible sequía afectó la cosecha del pueblo. Los campos se marchitaron, los animales sufrían sed y la desesperación invadió a todos.

Entonces, el alcalde recordó las habilidades de Rosa y decidió pedir su ayuda, a pesar de la resistencia de algunos.

-Rosa, por favor, necesitamos tu magia para traer de vuelta la lluvia. Si nos ayudas, el pueblo entenderá que a pesar de ser bruja, eres una buena persona -suplicó el alcalde.

Rosa, con su corazón lleno de bondad, aceptó ayudar al pueblo a pesar del trato injusto que había recibido. Con su sabiduría y magia, realizó un ritual especial para invocar a la lluvia.

El cielo se oscureció, truenos retumbaron y finalmente, la lluvia comenzó a caer suavemente sobre el pueblo sediento. La gente observaba maravillada el milagro que Rosa había realizado. Al sentir la lluvia en sus rostros, la actitud de los habitantes empezó a cambiar.

Se dieron cuenta de que la bruja no era mala, sino una persona bondadosa con un don especial. Cada vez más personas se acercaban para agradecerle y pedirle perdón por haberla juzgado injustamente.

Desde ese día, Rosa se convirtió en una persona muy querida en el pueblo y todos aprendieron a no juzgar a alguien por su apariencia o habilidades, sino por sus acciones y bondad.

La magia de la lluvia no solo trajo alivio a la tierra sedienta, sino que también sembró comprensión y respeto en los corazones de los habitantes.

FIN.

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