La bruja bondadosa y el árbol encantado


Había una vez, en lo alto de una imponente montaña, una pequeña choza donde vivía una bruja muy peculiar llamada Agatha.

A pesar de su aspecto un tanto espeluznante, Agatha era en realidad muy amable y siempre estaba dispuesta a ayudar a quienes se acercaban a su morada en busca de ayuda. Un día, un árbol cercano a la choza de Agatha comenzó a marchitarse misteriosamente.

Preocupada por la salud del árbol, la bruja decidió investigar qué estaba ocurriendo. Al acercarse al árbol, escuchó unos lamentos débiles que provenían de sus ramas. "¿Qué te sucede, querido árbol?" -preguntó Agatha con voz suave.

El árbol le contó entre sollozos que había sido víctima de un hechizo malvado lanzado por una bruja rival y que solo los deseos más sinceros podrían salvarlo. Determinada a ayudar al árbol, Agatha preparó una poción especial con limón y café para aumentar el poder de los deseos.

Luego salió en búsqueda de las personas indicadas para cumplir con los tres deseos necesarios para romper el hechizo. En su camino, se encontró con tres perros callejeros: Pata, Bolita y Pelusa.

Los perros estaban tristes porque anhelaban encontrar un hogar donde ser queridos y cuidados. "¡Oh! Ustedes podrían ser la clave para salvar al árbol" -exclamó emocionada Agatha-. "Si me ayudan a cumplir con tres deseos importantes, podré salvar al árbol y ustedes encontrarán el hogar que tanto desean".

Los perros aceptaron encantados colaborar con Agatha y juntos emprendieron la misión de buscar a las personas indicadas para cada deseo.

Pata pidió primero encontrar un hogar cálido; Bolita deseaba comida abundante todos los días; Pelusa anhelaba recibir mucho amor y cariño. Con ingenio y valentía, los perros lograron llevar alegría y felicidad a diferentes personas que necesitaban exactamente lo que ellos ofrecían. Finalmente, cumplieron con los tres deseos solicitados por el árbol enfermo.

Al tercer deseo concedido, un destello brillante iluminó la montaña mientras el hechizo maligno se deshacía lentamente. El árbol recuperó su vitalidad gracias a la bondad demostrada por Pata, Bolita y Pelusa junto a las personas beneficiadas por sus dones.

Agatha abrazó emocionada a los tres perros rescatadores mientras observaba maravillada cómo el bosque volvía poco a poco a florecer gracias al poder de los verdaderos deseos altruistas.

Desde ese día en adelante, Pata, Bolita, Pelusa fueron conocidos como Los Perros Héroes De La Montaña, y junto con Agatha protegieron juntos aquel hermoso lugar lleno magia e historias incontables. Los habitantes del pueblo cercano visitaban frecuentemente aquella montaña para disfrutar del paisaje, la paz reinante, y escuchar las historias sobre aquellos cuatro increíbles amigos.

Y así fue como Pata, Bolita, Pelusa, Agatha, y todo aquel bosque mágico vivieron felices para siempre.

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