La bruja del castillo y su sueño de ser modelo



Había una vez en un lejano castillo, una bruja llamada Esmeralda. A diferencia de las demás brujas, a Esmeralda no le gustaba asustar a la gente ni hacer pociones malignas. Su mayor deseo era convertirse en modelo y desfilar en las pasarelas más importantes del mundo. Pero todos en el castillo se burlaban de su sueño, diciéndole que las modelos no podían ser brujas. Sin embargo, Esmeralda se negaba a rendirse y decidió emprender un viaje en busca de su sueño.

Armada con su escoba voladora, Esmeralda dejó el castillo y recorrió tierras lejanas en busca de su anhelo. En su viaje, conoció a distintos personajes, algunos amigables y otros no tanto. En su travesía, Esmeralda aprendió la importancia de la perseverancia, la amabilidad y la autoconfianza, cualidades que descubrió que eran esenciales tanto para ser modelo como para vivir una vida plena.

Después de superar varios desafíos y tras demostrar su valía en distintas situaciones, Esmeralda finalmente llegó a la famosa Semana de la Moda en París. A pesar de las dudas y burlas de los demás, Esmeralda deslumbró a los diseñadores con su belleza, elegancia y carisma. Fue seleccionada para ser la modelo principal de la pasarela más importante del evento, dejando a todos boquiabiertos con su actuación.

Al regresar al castillo, Esmeralda no solo se convirtió en la bruja modelo más famosa del mundo, sino que también inspiró a muchos a perseguir sus sueños, sin importar lo inalcanzables que parezcan. A partir de ese día, las demás brujas del castillo comprendieron que no importa cómo luzcas o de dónde vengas, lo que realmente importa es la determinación, la bondad y la valentías.

FIN.

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