La Bruja, el Lobo Zombie y la Princesa Valiente
En una lejana ciudad llamada Fantasía, donde los edificios eran de colores brillantes y las calles estaban llenas de música, vivía una bruja llamada Morgana. No era una bruja común; su varita mágica podía hacer aparecer cosas inusuales. Un día, decidió usar su magia para darle un giro a la rutina de la ciudad.
"Hoy voy a sorprender a todos", dijo Morgana mientras agitaba su varita.
Con un destello de luz, apareció un lobo zombie. Los ciudadanos se quedaron boquiabiertos y algunos hasta se asustaron. Pero el lobo, que en lugar de ser feroz tenía una apariencia un tanto torpe, comenzó a hacer piruetas y a bailar. A la gente le empezó a encantar.
"¡Mirá cómo baila!", gritó una niña con una sonrisa.
"Es más divertido de lo que pensaba", dijo un anciano con una risa contagiosa.
Morgana se dio cuenta de que, aunque su intención inicial era asustar, en realidad había traído felicidad. Pero quería hacer algo más especial. Así que, con un nuevo movimiento de su varita, apareció una princesa llamada Sofía. Ella era diferente a todas las princesas; no solo llevaba un hermoso vestido, sino que también traía consigo una gran dosis de valentía y determinación.
"¡Hola! Soy la Princesa Sofía. Vení, lobo, ¡bailá conmigo!"
El lobo, que ya había cautivado a la multitud, se unió a Sofía, y juntos comenzaron a improvisar una danza que dejó a todos maravillados. Morgana no podía creer lo que estaba viendo y, emocionada, decidió unirse a ellos.
A medida que la música sonaba y los bailes continuaban, Morgana se dio cuenta de que había creado una mezcla de alegría y camaradería en la ciudad. Pero justo cuando todo parecía perfecto, apareció un grupo de personas que no estaban contentas con el lobo zombie.
"¡Saquen a ese monstruo de aquí!", gritaron algunos.
La Princesa Sofía, al ver la preocupación en los rostros de los demás, decidió que debía hablar.
"¡Espera! No es un monstruo, se llama Zombi y sólo quiere divertirnos. ¡No lo juzguen solo por su apariencia!"
La bruja se sintió inspirada por las palabras de la princesa. Así que, con su varita, le dio al lobo un toque mágico para que se viera más amigable. Su pelaje se volvió de colores brillantes y su sonrisa, aún más amplia.
"¡Vení, Zombi! Mostralos tu mejor baile", dijo Morgana.
Zombi comenzó a saltar y a dar volteretas, e incluso hizo un gesto amistoso hacia la multitud. Poco a poco, la gente se fue acercando y, al final, todos empezaron a bailar juntos.
El lobo zombie se convirtió en el ícono de la ciudad, un recordatorio de que no debemos juzgar a alguien solo por su apariencia.
Recorrían juntos la ciudad, Sofía y Zombi, enseñando a todos que la aceptación y el amor son más potentes que el miedo.
Y así, en aquella ciudad llena de colores, la bruja Morgana, la princesa Sofía y el lobo zombie Zombi crearon una amistad que les enseñó a todos que, a veces, lo más inusual puede traer la mayor alegría. Juntos, demostraron que todos podemos brillar y ser parte de la misma historia, sin importar cómo nos veamos.
Desde ese día, Morgana usó su magia para hacer aparecer más cosas que unieran a las personas, y la ciudad de Fantasía se llenó de amor y alegría.
FIN.