La Bruja Malvada y el Caballero
Había una vez, en un reino lejano, una bruja malvada llamada Zafira. Todos le temían porque había lanzado hechizos que convertían a las personas en ranas, tormentas de granizo y hasta en montañas de dulces que nunca se podrían comer. Pero un día, una noticia llegó a sus oídos: un valiente caballero llamado Arturo había llegado al reino. Zafira sintió un escalofrío, no por miedo, sino porque por primera vez en su vida, se sintió extrañamente atraída por alguien.
"¡Esto es un desastre!" - exclamó la bruja, mirando su espejo encantado. "No puedo estar enamorada. Soy una bruja malvada, ¡debe ser un hechizo!"
A pesar de sus protestas, Zafira decidió que tenía que enamorar a Arturo. Pero, ¿cómo podría hacerlo alguien como ella? Fue entonces cuando decidió pedir ayuda a la única persona que podría entender su dilema: la Princesa Sofía.
Sofía, conocida por su amabilidad y valentía, escuchó a Zafira con atención. "Si realmente quieres cambiar, tal vez deberías mostrarle a Arturo tu verdadero yo. Vamos a hacer un plan juntos."
Así que ambas, Bruja y Princesa, se pusieron a trabajar. Sofía le enseñó a Zafira que la belleza verdadera se encontraba en ser uno mismo y no en los hechizos. Inicialmente, Zafira se sentía insegura.
"¿Y si Arturo se asusta de mi apariencia?" - se quejaba. "Soy una bruja y tengo un aspecto peculiar."
Sofía sonrió y le dijo: "La verdadera belleza está en tus acciones y tus intenciones. Si lo tratas con bondad, él lo verá y lo entenderá."
Motivada, Zafira decidió asistir a un torneo donde Arturo iba a demostrar su valentía. Sin embargo, en el camino, un grupo de bandidos intentó asustar a los aldeanos. Con un gesto de valentía, Zafira decidió intervenir, pero no usando magia malvada. En cambio, usó su sabiduría.
"¿Por qué asustar a estos pobres aldeanos?" - les dijo con firmeza. "Si quieren un desafío, compitan en un juego!"
Los bandidos, intrigados, aceptaron el desafío. Zafira organizó un concurso de habilidades. Durante el evento, ella mostró su lado amable, ayudando a los villanos a encontrar su verdadera pasión en lugar de robar.
Cuando Arturo vio a Zafira en acción, se sintió intrigado por la transformación que había experimentado. Elogió su valentía y dedicación. "Nunca pensé que ibas a ser capaz de esto," - le dijo. "Eres diferente a lo que todos dicen. Eres increíble."
Zafira sintió cómo su corazón palpitaba. "No soy mala, solo estaba confundida. Pero ahora, quiero hacer el bien, y he cambiado. Gracias a la amistad de Sofía, he aprendido que la bondad puede ser mágica."
Sofía sonrió con orgullo, viendo a ambas amigas encontrar su lugar. Zafira y Arturo comenzaron a pasar tiempo juntos, riendo y compartiendo historias. Pronto, Zafira se dio cuenta de que el amor era lo que siempre había querido, y ya no necesitaba ser la bruja malvada.
Un día, mientras paseaban en el bosque, Arturo se detuvo y le tomó las manos. "Zafira, siento que he encontrado algo especial en ti. No importa tu pasado. Lo que veo ahora es una persona valiente y generosa."
En ese momento, Zafira se dio cuenta de que el amor verdadero había transformado su vida. "Arturo, gracias por ver quién soy en realidad. Prometo seguir siendo la persona que he aprendido a ser, alguien amable y llena de luz."
Desde ese día, Zafira ya no fue conocida como la bruja malvada, sino como la guardiana del bosque que ayudaba a quien lo necesitaba. Junto a la Princesa Sofía y el valiente caballero Arturo, vivieron aventuras llenas de magia, amistad y amor, demostrando que nunca es tarde para cambiar y descubrir tu verdadero yo.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.