La bruja valiente y el dragón bondadoso

En un lejano castillo, ubicado en medio de un desierto, vivía una bruja llamada Agatha.

A diferencia de las demás brujas, Agatha no usaba su magia para hacerle daño a los demás, sino que la utilizaba para ayudar a quienes la necesitaban.

Un día, Agatha se enteró de que un dragón había sido envenenado con una poción mágica malvada. Sin dudarlo, agarró su barita mágica y se puso en marcha hacia la cueva donde habitaba el majestuoso dragón.

-Hola, noble dragón. He venido a ayudarte. - dijo Agatha con valentía. -Oh, amable bruja, ¿cómo es posible que quieras ayudarme si la mayoría de tu especie busca lastimarme? - respondió el dragón con sorpresa.

Agatha explicó que las acciones de otros no definían su propia bondad y le ofreció una poción que ella misma había preparado para contrarrestar el veneno. -Confío en ti, bruja Agatha. - dijo el dragón, bebiendo la poción. Al instante, el dragón se sintió mejor y agradecido.

Juntos, la bruja Agatha y el dragón formaron una amistad inquebrantable.

La noticia sobre la valentía de la bruja que había salvado al dragón se esparció rápidamente y Agatha se convirtió en un ejemplo de bondad y valentía para todos en el reino. Finalmente, el desierto dejó de ser un lugar desolado y se transformó en un hogar próspero para todas las criaturas mágicas.

La bruja Agatha y el dragón vivieron felices y en armonía, demostrando que la amistad y la bondad pueden vencer cualquier mal.