La Búsqueda de Ana
Había una vez en el Colegio San Martín, 16 niños y niñas que estaban buscando a su querida profesora Ana. Ella era rubia de pelo rizado y siempre estaba dispuesta a jugar y aprender con ellos.
Los pequeños comenzaron su búsqueda por el colegio, pero no la encontraban por ninguna parte.
De repente, escucharon un ruido proveniente del jardín ¡Era el conejito de pascua escondiendo huevitos! Los niños se emocionaron muchísimo al verlo y corrieron a buscar los huevos que había escondido. -¡Miren miren! ¡Encontré uno amarillo con lunares rosas! -gritó Valentina emocionada. -¡Yo encontré uno verde con rayitas azules! -dijo Lucas mientras levantaba su huevo.
Después de reagarrar todos los huevos, los niños siguieron buscando a su profe Ana. Pasaron por la biblioteca donde les leyeron cuentos sobre animales increíbles como unicornios y dragones. Después fueron al comedor para tomar una merienda deliciosa con galletitas caseras y jugo fresco.
Pero todavía no habían encontrado a la profesora Ana. Así que continuaron explorando el colegio hasta llegar al patio del recreo, donde un payaso llamado Tito estaba haciendo malabares con pelotas multicolores.
-¡Hola chicos, soy Tito el payaso! ¿Quieren ayudarme a hacer malabares? Los niños se divirtieron mucho intentando hacer malabares junto a Tito. Pero justo cuando terminaron de jugar, escucharon risas provenientes del salón de música.
Al entrar al salón, se encontraron con la profesora Ana tocando la guitarra y cantando una canción muy divertida. Los niños se unieron a cantar y bailar con ella. -¡Profesora Ana, por fin te encontramos! -dijo Sofía emocionada. -Sí, estuve escondida para que pudieran vivir aventuras y descubrir cosas nuevas por el colegio -respondió Ana sonriendo.
Los niños le contaron todo lo que habían hecho durante su búsqueda: buscar huevos con el conejito de pascua, recibir bolsas de chucherías con Nikolaus, disfrazarse en carnaval y hacer malabares con Tito el payaso.
Todos estaban felices de haber tenido un día lleno de aventuras y aprendizajes. -¿Quieren quedarse un rato más para seguir jugando juntos? -preguntó Ana. -¡Síiiiiii! -gritaron los niños emocionados mientras corrían hacia ella para darle un abrazo.
Y así terminó este día lleno de diversión e imaginación en el Colegio San Martín. Los pequeños aprendieron a explorar y descubrir cosas nuevas mientras disfrutaban del juego y la compañía de sus amigos.
FIN.