La búsqueda de Estuche perdido

En una escuela muy especial, vivían cuatro amigos inseparables: Botella, Taza, Lápiz y Arcoíris. Cada uno tenía su propia personalidad única que los hacía destacar entre los demás estudiantes.

Un día, durante el recreo, los cuatro amigos se encontraban charlando en el patio de la escuela. Botella estaba contando una divertida anécdota que le había sucedido ese fin de semana, cuando de repente vieron a Estuche acercarse hacia ellos con una expresión preocupada en su rostro.

- ¡Hola amigos! -saludó Estuche con voz temblorosa- ¿Podemos hablar un momento? Preocupados por la actitud de su amigo, Botella, Taza, Lápiz y Arcoíris rodearon a Estuche para escuchar lo que tenía para decirles. - ¿Qué sucede, Estuche? -preguntó Lápiz con curiosidad.

- Verán... -comenzó Estuche mientras jugueteaba nerviosamente con sus cierres- He perdido mi contenido. No sé qué pasó pero al abrirme esta mañana me di cuenta de que ya no tengo mis lápices ni mis gomas.

Los amigos se miraron entre sí con sorpresa. Sabían lo importante que era para Estuche tener todo su contenido en orden y completo. Sin dudarlo un segundo, decidieron ayudarlo a buscar sus objetos perdidos por toda la escuela.

Así fue como Botella recorrió cada rincón del patio buscando pistas; Taza preguntaba a todos los estudiantes si habían visto algo extraño; Lápiz dibujaba pequeños mapas para organizar la búsqueda; y Arcoíris iluminaba el camino con sus colores brillantes.

Después de un rato de búsqueda intensa, finalmente encontraron a Mochila escondida detrás de unos arbustos en el jardín. Al abrirla, descubrieron todos los lápices y gomas perdidos de Estuche. - ¡Lo encontramos! -exclamó emocionado Arcoíris mientras brillaba más fuerte que nunca.

Estuche no podía creerlo. Se sintió tan agradecido por la ayuda de sus amigos que les dio las gracias una y otra vez.

Desde ese día en adelante, prometió ser más cuidadoso con sus pertenencias y valorar aún más la amistad que tenía con Botella, Taza, Lápiz y Arcoíris. Y así terminó aquel día en la escuela donde cuatro amigos demostraron que juntos podían superar cualquier desafío que se les presentara.

Porque cuando trabajamos en equipo y nos apoyamos mutuamente, ¡todo es posible!