La búsqueda de Kira

Catalina era una niña alegre y curiosa que vivía en un pequeño pueblo. Su compañera más fiel era Kira, su perrita traviesa y leal. Pasaban los días juntas jugando en el jardín y explorando los alrededores. Sin embargo, un día, Kira desapareció misteriosamente.

Catalina buscó por todas partes, preguntó a vecinos y amigos, pero no lograba encontrar a su adorada mascota. Estaba triste y preocupada, pero no se rindió. Decidió elaborar volantes con la foto de Kira y los repartió por todo el pueblo, pidiendo a la gente que la ayudara a encontrar a su amiga. Algunos la apoyaron, otros se burlaron de ella, pero Catalina siguió adelante con determinación.

Un día, una señora le contó a Catalina que había visto a una perrita parecida a Kira en el bosque cercano. Sin pensarlo dos veces, Catalina se adentró en el bosque, enfrentando sus miedos, y finalmente encontró a Kira. Estaba sucia y hambrienta, pero viva. Catalina lloró de alegría al ver a su amiga y la abrazó con fuerza.

Desde ese día, Catalina entendió la importancia de enfrentar los obstáculos con valentía y no rendirse. Ella y Kira continuaron viviendo aventuras juntas, siempre recordando que cualquier problema puede ser superado con perseverancia y amor incondicional.