La búsqueda de la espada del rey Arturo en Narnia



Había pasado un año desde que los hermanos Pevensie habían regresado de Narnia.

Peter, Susan, Edmund y Lucy ya se habían acostumbrado a la vida en Inglaterra, pero no podían evitar sentir nostalgia por la tierra mágica que habían conocido. Un día, mientras exploraban el bosque cerca de su casa, encontraron un extraño portal. Sin pensarlo dos veces, decidieron atravesarlo y se encontraron nuevamente en Narnia. - ¡Increíble! -exclamó Lucy emocionada-.

¡Estamos de vuelta! - Parece que esta vez tendremos una nueva aventura -dijo Peter con determinación. Los cuatro hermanos comenzaron a explorar el lugar y descubrieron que algo extraño estaba sucediendo en Narnia. Los animales estaban asustados y las plantas parecían marchitarse.

Entonces se dieron cuenta de que la malvada Bruja Blanca había regresado. - Debemos hacer algo para detenerla -dijo Susan preocupada. - Pero ¿cómo? No tenemos al gran Aslan para ayudarnos esta vez -respondió Edmund desanimado. Pero Lucy tenía una idea brillante.

Recordó haber leído sobre una antigua leyenda narniana: si alguien encontraba la espada del rey Arturo y lograba sacarla de su piedra, tendría el poder suficiente para derrotar a cualquier enemigo.

Entonces los cuatro hermanos emprendieron una misión para encontrar esa espada legendaria. La búsqueda fue difícil y peligrosa; tuvieron que enfrentarse a criaturas feroces e incluso a algunos seguidores de la Bruja Blanca. Pero finalmente, después de mucho esfuerzo, encontraron la espada.

- ¡Lo logramos! -exclamó Peter emocionado-. Ahora podemos derrotar a la Bruja Blanca y salvar Narnia. Los cuatro hermanos se enfrentaron valientemente a la malvada bruja y gracias a la espada del rey Arturo lograron vencerla.

Narnia volvió a ser un lugar lleno de vida y alegría. - Hemos aprendido que juntos podemos superar cualquier obstáculo -dijo Susan sonriendo.

- Y también hemos aprendido que el valor, el coraje y la determinación son las armas más poderosas que tenemos -añadió Edmund con orgullo. Así los cuatro hermanos regresaron a Inglaterra, pero sabían que siempre tendrían un lugar especial en sus corazones para Narnia y las aventuras que allí vivieron.

FIN.

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