La búsqueda de la estrella
Había una vez un mapache llamado Roco y un carpincho llamado Pipo, quienes decidieron emprender un viaje a la selva misionera en busca de la estrella perdida. Ambos eran grandes amigos y siempre habían soñado con aventuras emocionantes.
La noche antes del viaje, Roco y Pipo se reunieron para hacer planes. "¿Cómo encontraremos la estrella perdida?", preguntó Pipo. "No lo sé", respondió Roco, "pero estoy seguro de que si trabajamos juntos podremos encontrarla".
Al día siguiente, los amigos comenzaron su viaje hacia la selva misionera. Caminaron durante horas bajo el sol caliente hasta que llegaron a un río ancho y caudaloso. "¡Oh no! ¿Cómo cruzaremos esto?", dijo Pipo preocupado.
"Tranquilo amigo", dijo Roco con calma, "construiremos una balsa". Así que juntos recolectaron ramas y hojas para construir una balsa improvisada y lograron cruzar el río sin problemas.
Continuando su camino por la selva misionera, se encontraron con muchos animales diferentes como monos juguetones, pájaros coloridos y serpientes peligrosas. Pero gracias al trabajo en equipo de ambos amigos pudieron sortear cada obstáculo. Después de varios días caminando por fin llegaron a una cueva oscura donde creían que estaba escondida la estrella perdida.
Con mucho cuidado entraron en la cueva pero pronto descubrieron que era más grande de lo que imaginaban. "Mira esa bifurcación", dijo Pipo señalando hacia dos caminos diferentes. "No sé cuál tomar", respondió Roco, "¿qué hacemos ahora?".
"Pensemos juntos", dijo Pipo, "si la estrella es valiosa, entonces probablemente se encuentra en un lugar seguro y protegido. Tal vez deberíamos seguir el camino más difícil porque podría ser el correcto".
Así que eligieron el camino más difícil y después de mucho caminar llegaron a una gran cámara llena de tesoros antiguos y allí estaba la estrella perdida. "¡Lo logramos!", gritó Roco emocionado mientras sostenía la estrella en alto.
"Sí, lo hicimos juntos", dijo Pipo sonriendo. Con su misión cumplida, los amigos comenzaron su regreso a casa con la estrella brillando en sus manos. Aprendieron que trabajar juntos y pensar con cuidado puede llevarlos a alcanzar cualquier objetivo que se propongan.
Desde ese día en adelante siempre recordarían aquella aventura como una lección para enfrentar los desafíos que se presenten en sus vidas con valentía y habilidad para resolver problemas.
FIN.