La Búsqueda de la Figura Perdida
Había una vez en la ciudad de Geometría, un lugar donde todas las figuras geométricas vivían en armonía y felicidad.
En este mágico lugar, las calles eran perfectamente rectas, los edificios tenían formas exactas y hasta el sol brillaba con un resplandor simétrico. En el colegio Polígonos Unidos, se encontraban cuatro grandes amigos: Cuadrado, Círculo, Triángulo y Rectángulo. Cada uno de ellos tenía habilidades especiales que los hacían únicos en Geometría.
Un día, mientras estaban en clase de Matemáticas con la profesora Esfera, recibieron una misión muy importante. Debían encontrar juntos la legendaria Figura Perdida, la cual poseía poderes increíbles que podían salvar a Geometría de cualquier amenaza.
"¿Cómo será esa Figura Perdida?", se preguntaba emocionado Triángulo. "Dicen que tiene infinitos lados y ángulos", respondió Cuadrado con curiosidad. "¡Vamos a buscarla juntos!", exclamó Rectángulo entusiasmado.
"Sí, pero recordemos que cada uno debe utilizar sus habilidades para superar los desafíos que nos esperan", dijo sabiamente Círculo. Los cuatro amigos emprendieron su aventura por valles hexagonales, montañas pentagonales y ríos octogonales. En cada lugar se enfrentaban a pruebas matemáticas que solo podían resolver trabajando en equipo.
Después de mucho esfuerzo y trabajo conjunto, llegaron al Bosque de los Poliedros donde finalmente encontraron a la Figura Perdida: un hermoso Dodecaedro dorado que brillaba con luz propia. "¡Lo logramos! ¡Encontramos la Figura Perdida!", gritaron emocionados todos juntos.
"Gracias por trabajar en equipo y usar sus habilidades únicas para lograrlo", les dijo el Dodecaedro con gratitud. De regreso en Polígonos Unidos, el Dodecaedro les entregó un cristal especial que representaba la unidad entre todas las figuras geométricas.
A partir de ese momento, Cuadrado, Círculo, Triángulo y Rectángulo prometieron seguir siendo grandes amigos y proteger juntos a Geometría de cualquier peligro que pudiera acecharla.
Y así fue como esta increíble aventura demostró que trabajando en equipo y valorando las habilidades únicas de cada uno, se pueden lograr cosas maravillosas. Los cuatro amigos aprendieron una gran lección: la verdadera fuerza reside en la unidad y el apoyo mutuo. Y colorín colorado este cuento geométrico ha terminado.
FIN.