La búsqueda de la muñeca perdida
En un día naranja como hoy, el sol brillaba con fuerza en el cielo y pintaba de colores cálidos todo a su alrededor.
En un pequeño pueblo llamado Pueblo Alegre, vivía una niña llamada Lola, que siempre estaba buscando aventuras y maneras de ayudar a los demás. Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, Lola vio a su amiga Martina sentada en un banco con cara de tristeza. Se acercó corriendo para preguntarle qué le pasaba.
"¿Qué te pasa, Martina? ¿Por qué estás tan triste en este hermoso día naranja?" -preguntó Lola con preocupación. Martina le contó que había perdido su muñeca favorita en el parque y no podía encontrarla por ningún lado.
Lola sintió pena por su amiga y decidió ayudarla a buscar la muñeca perdida. Juntas recorrieron cada rincón del parque, revisaron detrás de los árboles, debajo de las bancas e incluso pidieron ayuda a otras personas que estaban por ahí.
Pero la muñeca no aparecía por ningún lado. "No te preocupes, Martina. Seguro que encontraremos tu muñeca. Sigamos buscando juntas", dijo Lola con determinación.
Justo cuando estaban a punto de darse por vencidas, vieron algo naranja brillando entre las hojas de un arbusto. Era la muñeca de Martina, que había quedado atrapada allí cuando se les cayó sin que se dieran cuenta. Martina saltó de alegría y abrazó a Lola emocionada.
Estaba muy feliz de haber encontrado a su querida muñeca gracias a la ayuda de su amiga. "¡Gracias, gracias! ¡Eres la mejor amiga del mundo!" -exclamó Martina emocionada. Lola sonrió feliz al ver la alegría recuperada en el rostro de su amiga.
Habían vivido una gran aventura juntas y demostrado que con esfuerzo y trabajo en equipo se pueden superar cualquier obstáculo.
Así terminó ese día naranja en Pueblo Alegre, con dos amigas felices y llenas de energía positiva para enfrentar cualquier desafío que se les presentara en el futuro. Porque juntas eran imparables y nada podía detenerlas cuando ponían sus mentes y corazones en acción.
FIN.