La búsqueda de la pelota del parque
Iara y Franco se conocieron en línea mientras jugaban un videojuego. Desde entonces, habían estado chateando todos los días y se habían convertido en buenos amigos. Pero nunca se habían visto en persona.
Un día, Iara le propuso a Franco que se reunieran en la plaza del barrio para conocerse finalmente. Él aceptó emocionado y nervioso al mismo tiempo. El día de la cita llegó y ambos estaban muy ansiosos por encontrarse cara a cara.
Iara llevaba puesto su vestido favorito y había preparado una pequeña sorpresa para Franco. Cuando llegó al parque, vio a Franco sentado en un banco mirando hacia el suelo. Ella se acercó lentamente hasta estar junto a él.
"¡Hola, Franco!", dijo ella con una sonrisa nerviosa. Franco levantó la cabeza para verla por primera vez en persona. Se quedó sin palabras ante su belleza. "¡Hola, Iara! ¡Eres más hermosa de lo que imaginé!" exclamó él con timidez.
Los dos comenzaron a conversar sobre sus gustos y pasatiempos mientras caminaban por el parque juntos. La química entre ellos era evidente e inmediata. De repente, escucharon unos gritos provenientes del otro extremo del parque.
Corrieron hacia allí y encontraron a un grupo de niños llorando porque uno de ellos había perdido su pelota favorita en el lago cercano. Iara tuvo una idea: "¿Por qué no tratamos de encontrarla juntos?", sugirió ella con entusiasmo.
Franco asintió con la cabeza y rápidamente comenzaron a buscar la pelota en el agua. Después de unos minutos, Iara encontró la pelota y se la entregó al niño con una sonrisa.
"¡Gracias por ayudarnos a encontrarla!", dijo uno de los niños mientras le daban un abrazo a Iara. Franco se quedó impresionado por la amabilidad de su nueva amiga. Él nunca había conocido a alguien tan generoso y solidario. "Eres increíble, Iara", dijo Franco mientras le tomaba la mano.
Los dos se miraron a los ojos y supieron que estaban enamorados el uno del otro. Decidieron seguir pasando tiempo juntos y construir una hermosa relación basada en la honestidad, el respeto y el amor verdadero.
Desde entonces, Franco e Iara han sido inseparables. Se dan cuenta de que aunque comenzaron como amigos virtuales, su amistad se convirtió en algo mucho más grande cuando finalmente se conocieron en persona.
Y todo gracias a un pequeño acto de bondad hacia unos niños necesitados.
FIN.