La búsqueda de la planta mágica
Alejandro era un niño muy valiente y decidido. A pesar de su discapacidad, nunca se rindió y siempre buscaba maneras de superarse a sí mismo. Su mascota ardilla Mauro lo acompañaba en todas sus aventuras por Postilandia.
Un día, mientras caminaban por el bosque, se encontraron con unos hongos alucinógenos que crecían descontroladamente. Estos hongos hacían que las personas perdieran la noción del tiempo y del espacio, lo cual era muy peligroso para los habitantes de Postilandia.
Alejandro sabía que tenía que hacer algo para detener la propagación de los hongos.
Con la ayuda de Mauro, decidió ir al país del nunca va a aprobar donde se había visto una planta muy rara capaz de contrarrestar los efectos alucinógenos. En su camino hacia el país del nunca va a aprobar, Alejandro y Mauro tuvieron que enfrentarse a muchos obstáculos. Cruzaron ríos caudalosos, escalaron montañas altísimas y sobrevivieron a tormentas feroces.
Finalmente llegaron al país del nunca va a aprobar donde encontraron la planta mágica. Sin embargo, justo cuando estaban regresando con ella, fueron atacados por una bandada de cuervos malvados que querían impedirles salvar Postilandia.
"Mauro, tenemos que pensar rápido", dijo Alejandro mientras esquivaba los ataques de los cuervos con su única mano. "¡Yo tengo una idea!", exclamó Mauro. La ardilla saltó sobre uno de los cuervos distraídos y tiró un frasco lleno de semillas que llevaba en su mochila.
Las semillas germinaron al instante y crecieron unas plantas gigantes que atraparon a los cuervos.
Con la planta mágica ya en sus manos, Alejandro y Mauro regresaron a Postilandia donde prepararon un remedio con ella para detener la propagación de los hongos alucinógenos. Fue una tarea difícil pero finalmente lograron salvar a todo el curso de 5to 1era. "¡Lo logramos!", exclamó Alejandro emocionado mientras abrazaba a Mauro. "Sí, ¡lo hicimos juntos!", respondió Mauro moviendo su cola contento.
Desde ese día, todos en Postilandia admiraban aún más a Alejandro por su valentía y determinación.
Aprendieron que no importa las dificultades que uno enfrente en la vida, siempre hay una manera de superarlas si se tiene coraje y se trabaja duro.