La búsqueda de la vocación de Catalina
Catalina era una niña curiosa y creativa que siempre soñaba con el día en que sería grande y estudiaría en la universidad. Sin embargo, a medida que se acercaba el momento de tomar la decisión, se sentía abrumada por la cantidad de opciones disponibles. Arquitectura, medicina, ingeniería, arte, música, biología... todas lucían interesantes y desafiantes, y Catalina no podía decidirse por ninguna.
Un día, después de un largo rato de reflexión, Catalina decidió visitar a su abuela, una mujer sabia y amorosa que siempre tenía consejos reconfortantes.
"Abuela, ¿cómo voy a saber qué carrera estudiar? Hay tantas opciones y todas me parecen fascinantes", expresó Catalina con frustración.
La abuela sonrió con ternura y le dijo: "Catalina, la verdadera vocación no se encuentra en los libros, sino en tu corazón. Debes descubrir qué te apasiona, qué te hace sentir viva y emocionada".
Catalina se quedó pensativa, pero justo en ese momento, su mascota, un pequeño pájaro llamado Pichirilo, comenzó a revolotear inquieto.
"¿Qué pasa, Pichirilo?", preguntó Catalina. El pájaro la miró fijamente y salió volando por la ventana.
Intrigada, Catalina decidió seguirlo, y comenzó una emocionante aventura en busca de su verdadera vocación. Siguió a Pichirilo a través del bosque, donde conoció a una familia de artistas que le enseñaron a pintar y a expresarse a través del arte. Luego, lo siguió hasta un laboratorio, donde descubrió su fascinación por la ciencia y la experimentación. Después, llegaron a un teatro, donde Catalina se enamoró del mundo de la actuación y la música.
Finalmente, exhausta pero emocionada, Catalina regresó a su casa, donde su abuela la esperaba con una sonrisa.
"¿A dónde fuiste, Catalina?", preguntó la abuela.
Catalina, emocionada, le contó todas las aventuras que vivió siguiendo a Pichirilo, y cómo cada experiencia la llenaba de alegría y emoción.
La abuela asintió con cariño. "Ves, Catalina, la respuesta siempre estuvo en tu corazón. Tienes muchas pasiones y talentos, y la universidad te dará la oportunidad de explorarlas todas. No tienes que decidirte por una sola carrera, sino seguir aquello que te haga feliz. Esa es tu verdadera vocación".
Catalina sonrió, sintiéndose aliviada y emocionada por el viaje que estaba por comenzar. Con el apoyo de su abuela y la valiosa lección que aprendió, Catalina se preparó para emprender su nuevo camino en la universidad, donde exploraría todas sus pasiones y descubriría su verdadera vocación en el camino.
FIN.