La búsqueda de las letras perdidas
Nicolás, el perrito West Highland white terrier, vivía en el Bosque Divertido. Era un lugar mágico y lleno de aventuras donde Nicolás pasaba la mayor parte de su tiempo explorando.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Nicolás percibió un aroma delicioso que venía de una pequeña casita. Siguió su olfato hasta llegar a la puerta y vio una marmita humeante llena de sopa de letras. Sin poder resistirse al apetitoso aroma, decidió probar un poco.
Sin embargo, mientras trataba de alcanzar la cuchara para llevarse un bocado a la boca, tropezó y cayó dentro de la marmita.
La sopa caliente salpicó por todas partes y las letras se elevaron como estrellas fugaces en el cielo nocturno. Desesperado por recuperar las letras perdidas, Nicolás comenzó a correr tras ellas. Pero era difícil atraparlas ya que volaban muy rápido y se dispersaban por todo el bosque.
"¡Vuelvan aquí letras! ¡No puedo leer sin ustedes!"- exclamaba Nicolás mientras saltaba y corría detrás de ellas. A medida que perseguía las letras, Nicolás se encontró con diferentes animales del bosque: una ardilla juguetona llamada Lucas, un conejo travieso llamado Rafa y una lechuza sabia llamada Olivia.
Todos ellos también habían visto las letras voladoras y querían ayudar a Nicolás a encontrarlas. Juntos formaron un equipo decidido a atrapar todas las letras perdidas. Cada uno tenía habilidades especiales que los ayudaría en la búsqueda.
Lucas era rápido y ágil, Rafa conocía todos los rincones del bosque y Olivia tenía una visión aguda. Con determinación, el equipo recorrió el bosque en busca de las letras.
Nicolás saltaba sobre troncos caídos, Lucas trepaba a los árboles, Rafa buscaba en madrigueras y Olivia volaba por encima para tener una vista panorámica. Poco a poco, fueron encontrando las letras dispersas por todo el bosque.
Cada vez que atrapaban una letra, se sentían más cerca de completar su misión. Finalmente, después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo, lograron recuperar todas las letras perdidas. Estaban tan emocionados que no podían contener su alegría. "¡Lo hicimos! ¡Recuperamos todas las letras!"- exclamó Nicolás con entusiasmo.
El Bosque Divertido estaba lleno de risas y celebraciones mientras Nicolás y sus nuevos amigos formaron palabras con las letras recuperadas. Juntos crearon mensajes inspiradores para compartir con todos los animales del bosque.
A partir de ese día, Nicolás se convirtió en un héroe del Bosque Divertido. Todos lo admiraban por su valentía y espíritu perseverante al buscar las letras perdidas.
La historia de Nicolás enseñó a todos la importancia del trabajo en equipo, la amistad y nunca rendirse frente a un desafío. Desde aquel día, el Bosque Divertido estuvo lleno de palabras mágicas que recordaban a cada uno lo especial que es ser parte de un equipo unido.
Y así fue como Nicolás el perrito West Highland white terrier, junto a sus nuevos amigos, dejaron una huella imborrable en el Bosque Divertido, demostrando que con determinación y amistad se pueden superar cualquier obstáculo.
FIN.