La búsqueda de Margarita
Había una vez en un pequeño pueblo en las afueras de Buenos Aires, una familia muy especial que tenía una cabra llamada Margarita.
Todos los días, la mamá de la familia llevaba a Margarita al campo para que comiera y disfrutara del sol. Un día soleado, mientras Margarita pastaba felizmente en el campo, un ruido fuerte asustó a todos los animales. Un perro grande había llegado corriendo y asustó a Margarita, quien salió corriendo despavorida hacia el bosque.
La mamá de la familia buscó por todas partes a Margarita, pero no lograba encontrarla. La cabra se había perdido en el espeso bosque y la noche estaba por caer.
La mamá estaba muy preocupada y decidió pedir ayuda a sus dos hijos: Juanito y Sofía. - ¡Juanito, Sofía! Tenemos que encontrar a Margarita antes de que oscurezca - exclamó la mamá con angustia.
Los niños se pusieron sus botas de goma y agarraron linternas para adentrarse en el bosque junto con su madre. Mientras caminaban entre los árboles, escucharon unos balidos débiles que provenían de lo profundo del bosque. - ¡Mira mamá! ¡Es Margarita! - gritó Sofía señalando hacia donde venían los sonidos.
Corrieron emocionados hacia donde estaba Margarita atrapada entre unas ramas espinosas. Con mucho cuidado lograron liberarla y llevarla de vuelta a casa sana y salva.
De regreso en casa, la mamá abrazó fuertemente a sus hijos y les dijo:- ¡Estoy tan orgullosa de ustedes por trabajar juntos para salvar a Margarita! A veces las cosas pueden parecer difíciles o asustadizas, pero cuando trabajamos juntos podemos superar cualquier obstáculo.
Desde ese día, Juanito, Sofía y su mamá aprendieron lo importante que es estar unidos como familia y ayudarse mutuamente en momentos difíciles. Y Margarita continuó siendo parte de su vida diaria como un recordatorio de que juntos pueden enfrentar cualquier desafío que se les presente.
FIN.