La búsqueda de Miel

Había una vez una niña llamada Lola, a quien le encantaba pasear a su perrita Miel por el parque.

Un día soleado, mientras jugaba con Miel, Lola se distrajo con un grupo de mariposas y, al darse cuenta, Miel había desaparecido. Lola buscó por todas partes, preguntó a otros dueños de mascotas y revisó cada rincón del parque, pero Miel no estaba por ningún lado. Desconsolada, Lola decidió pedir ayuda a los guardaparques y a sus amigos.

Juntos, organizaron un plan para buscar a Miel. Recorrieron el parque, revisaron las áreas de juegos, los caminos y los rincones más escondidos, pero no encontraron a Miel. Lola estaba muy triste, pero decidió no rendirse.

Entonces, se le ocurrió la brillante idea de hacer volantes con la foto de Miel y repartirlos por todo el vecindario. Así lo hizo, y al día siguiente, recibió una llamada. Un amable señor le dijo que había visto a Miel cerca de la plaza del barrio.

Lola y sus amigos corrieron hacia allí y, para su gran alegría, encontraron a Miel jugando con otros perritos. Miel estaba a salvo y sana.

Desde ese día, Lola aprendió la importancia de no rendirse, de trabajar en equipo y de pedir ayuda cuando la necesitaba. Y Miel, bueno, Miel aprendió que no debía alejarse tanto de su dueña.