La búsqueda de Tito



Érase una vez en un pequeño pueblo llamado Alegría, vivía Manuel, un joven que siempre estaba feliz. Desde que se levantaba por la mañana hasta que se acostaba por la noche, su rostro irradiaba alegría y optimismo.

Un día, mientras paseaba por el bosque cantando alegremente, se encontró con Lucas, un niño triste y desanimado. Lucas había perdido a su mascota y no podía dejar de llorar.

"¡Hola Lucas! ¿Qué te pasa? Veo que estás muy triste", dijo Manuel con una sonrisa en el rostro. Lucas levantó la mirada sorprendido al ver a alguien tan feliz en medio de su tristeza. "He perdido a mi gatito Tito y no sé qué hacer.

Lo extraño tanto", respondió entre sollozos. Manuel se sentó junto a Lucas y le dijo: "No te preocupes, amigo. Seguro que Tito está bien y pronto lo encontrarás. Mientras tanto, podemos buscar juntos por el bosque.

"Así fue como Manuel decidió ayudar a Lucas en su búsqueda. Recorrieron cada rincón del bosque llamando a Tito y revisando debajo de cada arbusto. A medida que avanzaban, la tristeza de Lucas comenzó a desvanecerse gracias al ánimo y la alegría de Manuel.

Después de un rato buscando, escucharon un maullido proveniente de un árbol cercano. ¡Era Tito! El gatito estaba atrapado en una rama alta y no podía bajar. "¡Mira Lucas! Ahí está Tito", exclamó Manuel señalando hacia arriba.

Lucas sintió una mezcla de emoción y alivio al ver a su querida mascota sana y salva. Juntos lograron rescatar a Tito del árbol y regresaron al pueblo entre risas y abrazos.

Desde ese día, Manuel se convirtió en el mejor amigo de Lucas. Su positividad contagiosa ayudaba a todos en Alegría a superar los momentos difíciles con una sonrisa en el rostro.

Y así, gracias a la alegría inagotable de Manuel, aprendieron que incluso en los días más oscuros siempre hay motivos para sonreír y seguir adelante con esperanza en el corazón.

FIN.

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