La búsqueda del brillo perdido


Había una vez, en un hermoso y colorido planeta llamado Brilloso, un sol radiante y alegre llamado Solito. Todos los días, Solito brillaba con todo su esplendor y llenaba de luz y calor a todos los habitantes del planeta.

Solito tenía muchos amigos brillantes que lo acompañaban en el cielo. Estaban las estrellas Centellita y Destellito, quienes siempre le hacían compañía durante la noche.

También estaba la luna Lunera, quien se encargaba de iluminar el camino de todos mientras dormían. Un día, mientras Solito brillaba intensamente en el cielo azul, algo extraño comenzó a suceder. De repente, sus rayos se volvieron opacos y débiles. Algo estaba apagando su brillo.

Preocupado por lo que estaba ocurriendo, Solito decidió buscar ayuda entre sus amigos brillantes. Juntos debían descubrir qué estaba pasando para poder volver a iluminar Brilloso como antes.

Primero fueron a hablar con Centellita y Destellito, pero ellos tampoco sabían qué podía estar apagando la luz de Solito. Luego fueron donde Lunera para pedirle consejo. "Lunera querida", dijo Solito preocupado,"mi brillo está desapareciendo y no sé por qué".

Lunera miró fijamente al sol y después les contó una antigua leyenda que había escuchado hace mucho tiempo:"Dicen que existe un ser malvado llamado Nubarrón Oscuro", comenzó Lunera,"él tiene el poder de absorber toda la luz del sol hasta dejarlo sin brillo".

Los tres amigos decidieron que debían encontrar a Nubarrón Oscuro y ponerle fin a su maldad. Así que comenzaron su búsqueda por todo el planeta Brilloso. Recorrieron montañas, valles y ríos en busca de pistas que los llevaran hasta Nubarrón Oscuro.

Pero cada vez que se acercaban, él desaparecía dejando solo nubes grises en el cielo. "¡No podemos rendirnos!", exclamó Solito con determinación,"debemos seguir buscando". Después de mucho tiempo, encontraron una pista clave: Nubarrón Oscuro se escondía detrás de un gran arcoíris en el horizonte.

Sin perder ni un segundo más, nuestros amigos brillantes volaron hacia allá. Cuando llegaron, vieron a Nubarrón Oscuro riendo maliciosamente mientras absorbía la luz del sol con todas sus fuerzas. Pero esta vez, Solito estaba preparado.

Con toda su energía acumulada, Solito lanzó rayos intensos hacia Nubarrón Oscuro. Sus amigos también se unieron al ataque y juntos lograron dispersar las nubes oscuras.

La luz del sol volvió a brillar con más fuerza que nunca y todos los habitantes de Brilloso celebraron con alegría la victoria sobre la oscuridad. Desde ese día, Solito y sus amigos brillantes supieron lo importante que era cuidarse mutuamente y estar siempre dispuestos a ayudarse cuando alguien necesitara brillo extra.

Y así continuaron iluminando Brilloso con su luz cálida y radiante durante muchos años más, recordando siempre cómo juntos habían vencido las sombras para traer la luz a su amado planeta.

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