La búsqueda del futuro de Brisa



Había una vez una perra llamada Brisa, quien tenía un ojo de vidrio. A pesar de esto, ella era muy feliz y disfrutaba mucho jugar con sus amigos en el parque.

Pero un día, mientras jugaba con su pelota favorita, la perdió de vista y corrió tras ella sin darse cuenta que estaba cerca de un río. Al resbalarse en la orilla del río, Brisa cayó al agua y su ojo de vidrio se desprendió.

Desesperada por encontrarlo para poder ver el futuro como solía hacerlo, empezó a buscarlo por todas partes. Sin embargo, no había manera de encontrarlo en el fondo del río.

"¿Qué voy a hacer ahora? No podré ver el futuro sin mi ojo", pensaba Brisa mientras caminaba triste por el parque. Fue entonces cuando escuchó unas voces provenientes del bosque cercano.

Curiosa, decidió seguir las voces hasta llegar a un claro donde encontró a tres sabios animales: una lechuza, una tortuga y un zorro. "Hola Brisa ¿qué te ha pasado?" preguntaron los sabios animales al verla tan triste. "Perdí mi ojo de vidrio en el río y no puedo encontrarlo", respondió Brisa con lágrimas en los ojos.

Los sabios animales se miraron entre sí y luego le dijeron:"No necesitas tu ojo para ver el futuro. El futuro lo puedes crear tú misma".

Brisa no entendía bien lo que querían decir los sabios animales pero ellos siguieron hablando:"Cada uno tiene la capacidad de crear su propio destino. Si trabajas duro y luchas por tus sueños, podrás alcanzar cualquier cosa que te propongas".

Brisa se sintió inspirada por las palabras de los sabios animales y decidió poner en práctica sus consejos. Empezó a trabajar duro para ser mejor en todo lo que hacía y poco a poco fue alcanzando sus metas, sin necesidad de su ojo de vidrio.

"¡Gracias por ayudarme a ver el futuro de otra manera!", exclamó Brisa mientras abrazaba a los sabios animales. Desde ese día, Brisa aprendió que el futuro no es algo que está escrito sino algo que cada uno puede crear con su propio esfuerzo y dedicación.

Y aunque nunca encontró su ojo de vidrio, ella descubrió la verdadera visión del futuro: la capacidad de hacerlo realidad con nuestras acciones presentes.

FIN.

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