La búsqueda del juego mágico



En un soleado día de primavera, Mariela y Natalia, las directoras del Colegio Espíritu Santo, decidieron salir en busca de juegos divertidos para alegrar a sus estudiantes.

Con entusiasmo, recorrieron tiendas de juguetes y parques en busca de la mejor opción para sorprender a los chicos. - ¡Mariela, mira esta colección de juegos! Seguro que a los niños les encantará -exclamó Natalia emocionada mientras examinaba una vitrina llena de coloridos juguetes.

- Sí, definitivamente tenemos que llevar algo que los haga reír y disfrutar al máximo -respondió Mariela con una sonrisa. De repente, mientras caminaban por un frondoso bosque cercano al colegio, escucharon una risa traviesa que provenía detrás de un árbol.

Al acercarse con curiosidad, descubrieron a un pequeño duende verde con grandes ojos brillantes que saltaba de rama en rama. - ¡Hola! Soy Tilín, el duende bromista. ¿Qué hacen por aquí? -preguntó el duende con una amplia sonrisa. - Hola Tilín, somos Mariela y Natalia.

Estamos buscando juegos divertidos para nuestros estudiantes. ¿Tienes alguna idea para nosotros? -respondió Mariela intrigada por la presencia del simpático duende.

Tilín se frotó las manos con emoción y les propuso un desafío: encontrar el juego más entretenido escondido en lo más profundo del bosque encantado donde vivía. Sin dudarlo ni un segundo, las dos directoras aceptaron el reto y siguieron al travieso duende por senderos llenos de misterio y magia.

Mientras avanzaban entre árboles centenarios y flores multicolores, Tilín les gastaba bromas divertidas como hacerles cosquillas con hojas secas o convertir piedras en caramelos temporales que desaparecían al instante.

A pesar de las travesuras del duende, Mariela y Natalia se divertían como nunca antes lo habían hecho. Después de superar varios obstáculos ingeniosos preparados por Tilín, finalmente llegaron a una clara glade iluminada por rayos dorados del sol donde encontraron un antiguo cofre cubierto de musgo.

- ¡Aquí está el tesoro escondido! Dentro encontrarán el juego perfecto para sus estudiantes -anunció Tilín con orgullo mientras abría el cofre revelando un tablero lleno de colores brillantes y piezas talladas en madera finamente decoradas.

- ¡Es maravilloso! Nuestros alumnos van a disfrutar muchísimo este juego tan especial gracias a ti Tilín -exclamó Natalia emocionada mientras inspeccionaba cada detalle del nuevo hallazgo.

Al regresar al colegio con su tesoro encontrado gracias al duende bromista Tilín, Mariela y Natalia organizaron una gran tarde lúdica donde los estudiantes pudieron participar en torneos amistosos e inolvidables partidas llenas de diversión y aprendizaje conjunto.

Desde ese día, los chicos siempre recordaron aquella aventura mágica junto a sus queridas directoras quienes, gracias a su valentía e ingenio, lograron traer felicidad no solo mediante nuevos juegos sino también mediante la importancia del trabajo colaborativo. Y así, entre risas, enseñanzas compartidas e inolvidables momentos juntos, todos vivieron felices hasta el final.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!