La búsqueda del tesoro


Había una vez un grupo de 20 alumnos de 6 años que llegaron a su clase un día y se dieron cuenta de que todo había cambiado.

La maestra no estaba allí y en su lugar, había una nota que decía:"Queridos niños, hoy tendrán una aventura muy especial. Sigan las instrucciones y verán cosas maravillosas". Los niños se miraron entre sí, emocionados por lo que les esperaba.

La primera instrucción decía: "Salgan al patio y busquen la llave dorada". Los niños corrieron hacia el patio y empezaron a buscar por todos lados. Finalmente, uno de ellos encontró la llave dorada debajo de un árbol. "¡Aquí está! ¡La encontré!"- gritó emocionado.

La segunda instrucción decía: "Usen la llave para abrir el baúl mágico". Los niños corrieron hacia el baúl mágico que estaba en un rincón del patio. Con la llave dorada, pudieron abrirlo fácilmente.

Dentro del baúl había disfraces para todos los niños: piratas, princesas, superhéroes y más. "¡Qué divertido! ¿Qué disfraz me pongo?"- preguntó uno de los niños. "Yo quiero ser una princesa"- dijo otra niña. "Yo voy a ser un superhéroe"- dijo otro niño mientras se ponía la capa roja.

La tercera instrucción decía: "Busquen pistas escondidas en toda la escuela". Los niños salieron corriendo por toda la escuela buscando pistas escondidas en cada rincón.

Encontraron pistas en los libros de la biblioteca, en las plantas del jardín y hasta en el techo. "¡Encontré una pista!"- gritó un niño emocionado. La cuarta instrucción decía: "Usen todas las pistas para encontrar el tesoro escondido".

Los niños se reunieron y utilizaron todas las pistas que habían encontrado para descubrir dónde estaba el tesoro. Finalmente, llegaron al aula de su maestra donde encontraron un gran cofre lleno de chocolates, caramelos y juguetes. "¡Lo encontramos! ¡El tesoro está aquí!"- gritaron todos los niños mientras abrían el cofre.

Después de disfrutar del tesoro, los niños se dieron cuenta de que la aventura había sido organizada por su maestra como una sorpresa especial para ellos.

Aprendieron que a veces hay cambios inesperados que pueden ser emocionantes y divertidos si estamos dispuestos a seguir adelante con valentía y curiosidad. Al final del día, volvieron a casa con sonrisas brillantes en sus rostros y corazones llenos de alegría por haber vivido una experiencia única e inolvidable.

Dirección del Cuentito copiada!