La búsqueda del tesoro de los chiquiamigos


En una colorida y alegre preparatoria de preescolar, once chiquiamigos vivían emocionantes aventuras todos los días.

Oliver era un niño curioso y valiente, Estuardo un pequeño lleno de energía, Brady siempre estaba listo para divertirse, Marvin era el más creativo del grupo, Valentina una niña dulce y amable, Haiby una pequeña risueña y traviesa, Marcos un niño inteligente e ingenioso, Fátima siempre dispuesta a ayudar a sus amigos, Kevin el más deportista de todos, Saraí una niña soñadora y cariñosa e Isaí un amigo leal y compañero.

Un día soleado en la preparatoria de preescolar, los chiquiamigos estaban reunidos en el patio disfrutando del recreo. De repente, Valentina propuso: "¡Chicos! ¿Qué les parece si organizamos una búsqueda del tesoro? Será muy divertido".

Todos asintieron emocionados con la idea. "¡Sí! ¡Será genial!", exclamó Brady con entusiasmo. "¿Pero qué será nuestro tesoro?", preguntó curioso Oliver. "Podemos buscar las piezas perdidas del rompecabezas gigante que está en la sala de juegos", sugirió Fátima.

Los chiquiamigos se dividieron en equipos y comenzaron la búsqueda. Corrían por todo el jardín infantil buscando las piezas del rompecabezas. En medio de la diversión, Marvin tropezó con algo enterrado en la tierra.

Al desenterrarlo descubrió una llave dorada brillante. "¡Miren lo que encontré!", gritó Marvin emocionado. "Esa debe ser la llave para abrir el cofre donde está el último pedazo del rompecabezas", dijo Isaí con astucia.

Siguiendo las indicaciones de la misteriosa llave dorada, los chiquiamigos llegaron al árbol más grande del jardín. Allí encontraron un cofre antiguo esperando a ser abierto.

Con cuidado giraron la llave y abrieron el cofre revelando no solo la última pieza del rompecabezas sino también un mapa que indicaba dónde encontrar un tesoro escondido en el patio trasero. Con emoción recorrieron cada rincón siguiendo las pistas del mapa hasta llegar a un arco iris pintado en una pared.

Haiby recordó algo importante: "Chicos ¡el arco iris tiene siete colores! Debemos buscar siete objetos de colores diferentes".

Los chiquiamigos buscaron por todas partes hasta tener siete objetos distintos: una flor roja (Valentina), un lápiz azul (Oliver), una hoja verde (Brady), una mariposa amarilla (Fátima), una piedra anaranjada (Marcos), un juguete morado (Saraí) y una pluma rosada (Angely).

Al colocar cada objeto bajo su respectivo color en el arco iris pintado en la pared se escuchó un sonido mágico y apareció ante ellos un cofre lleno de golosinas y juguetes sorpresa como premio por haber completado con éxito su misión. Felices celebraron juntos su victoria comiendo golosinas y compartiendo risas mientras prometían seguir siendo los mejores amigos para siempre.

Y así terminó aquel día lleno de diversión y aprendizaje entre los chiquiamigos de preescolar que demostraron que trabajando en equipo todo es posible.

Y colorín colorado este cuento educativo sobre trabajo en equipo ha terminado ¡Que viva la amistad entre los chiquiamigos!

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