La búsqueda del tesoro unido



Había una vez en un pequeño pueblo de la Patagonia, una familia de gallinas que vivía feliz y contenta en su granja. Eran tres hermanas: Carmela, Lola y Martina.

Las tres eran muy diferentes entre sí pero se querían mucho. Un día, mientras buscaban gusanos para comer, encontraron un mapa antiguo debajo de un árbol. El mapa parecía indicar la ubicación de un tesoro escondido en las montañas cercanas.

Carmela, la gallina más aventurera del grupo, propuso ir a buscar el tesoro. Pero Lola y Martina estaban preocupadas por los peligros que podrían encontrar en el camino. "¿Estás segura de que podemos hacer esto sin peligro?" preguntó Lola con preocupación.

"Claro que podemos" respondió Carmela con entusiasmo "¡Será una gran aventura!". Después de discutirlo por un rato, las tres hermanas decidieron emprender la búsqueda del tesoro juntas. El viaje fue difícil y lleno de obstáculos.

Tuvieron que cruzar ríos caudalosos, escalar montañas empinadas y sortear animales salvajes. Pero también tuvieron momentos divertidos como cuando se perdieron en el bosque o cuando descubrieron unas plantas mágicas que les permitieron volar por unos minutos.

A medida que avanzaban hacia su destino final, las gallinas comenzaron a sentirse cansadas y desanimadas. Fue entonces cuando Martina recordó algo importante:"Chicas, recuerden lo importante que es estar juntas y ayudarnos mutuamente" dijo Martina con voz suave "Juntas podemos hacer cualquier cosa".

Las palabras de Martina les dieron ánimo y siguieron adelante, hasta que finalmente llegaron al lugar indicado en el mapa. Allí encontraron un cofre lleno de monedas de oro y piedras preciosas. "¡Lo logramos!" gritó Carmela con alegría.

"Sí, pero lo más importante es que lo hicimos juntas" dijo Lola sonriendo. En ese momento se dieron cuenta de que la verdadera aventura había sido el camino hacia el tesoro y no el propio tesoro en sí mismo.

Desde entonces, las gallinas vivieron felices sabiendo que podían superar cualquier obstáculo si estaban juntas y se ayudaban mutuamente. Y cada vez que recordaban su gran aventura, sus corazones se llenaban de alegría y emoción.

FIN.

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