La búsqueda en el Bosque Oscuro
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, dos hermanos llamados Juan y María. Ellos eran muy curiosos y valientes, siempre dispuestos a ayudar a los demás.
Vivían felices junto a su madre, quien los cuidaba con amor y ternura. Un día, la madre de Juan y María enfermó de repente. Los médicos no sabían qué enfermedad tenía ni cómo curarla.
Los hermanos estaban muy preocupados, ya que amaban mucho a su madre y harían cualquier cosa por ella. Fue entonces cuando descubrieron que la única medicina que podría salvarla se encontraba en lo más profundo del Bosque Oscuro, un lugar peligroso lleno de ogros, brujas y monstruos.
Juan y María no dudaron ni un segundo en emprender esa difícil misión para salvar a su madre. Se armaron de valor, tomaron algunas provisiones y se adentraron en el Bosque Oscuro sin mirar atrás.
En su camino se enfrentaron a todo tipo de peligros: ogros gigantes que querían devorarlos, brujas malvadas que intentaban hechizarlos y monstruos horribles que acechaban en las sombras. Pero los hermanos no se rindieron. Con astucia e ingenio lograron esquivar cada obstáculo que se les presentaba.
Juan demostró ser hábil con la espada mientras María utilizaba sus conocimientos de botánica para encontrar plantas medicinales en el bosque. Juntos formaban un equipo imparable decidido a cumplir su misión.
Después de días de travesía, finalmente llegaron al corazón del Bosque Oscuro donde encontraron la preciada medicina que necesitaba su madre. Sin embargo, justo cuando creían haber tenido éxito, apareció el temible Dragón Negro, guardián del bosque y protector del remedio.
"¡No pasaréis! -rugió el dragón con voz atronadora- Este remedio solo será vuestro si sois capaces de responder mi acertijo!"Juan y María intercambiaron miradas determinadas antes de escuchar atentamente el acertijo del Dragón Negro. Tras unos minutos de reflexión, respondieron con seguridad y precisión.
El dragón quedó impresionado por la valentía e inteligencia de los hermanos y decidió entregarles la medicina sin oponer resistencia alguna.
"Sois dignos guerreros" -dijo el dragón con una sonrisa bondadosa"Que esta medicina cure a vuestra madre y traiga paz a vuestro hogar". Con la medicina en sus manos, Juan y María regresaron al pueblo rápidamente para darle el remedio a su madre enferma.
Poco a poco, gracias al poderoso antídoto encontrado por los valientes hermanos, la salud de su madre comenzó a mejorar hasta recuperarse por completo. Desde ese día en adelante Juan y María fueron recordados como héroes en Villa Esperanza.
Aprendieron que con coraje, trabajo en equipo e ingenio podían superar cualquier obstáculo por más grande o intimidante que pareciera ser.
FIN.