La búsqueda eterna de Luna
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Estrellita, una joven llamada Luna que soñaba con encontrar a su ser amado.
Todas las noches, salía al campo y se sentaba bajo el cielo estrellado, observando cómo las estrellas brillaban con intensidad. Luna suspiraba y murmuraba: "¿Dónde estarás, amor mío? ¿Cuándo llegarás a mi vida para llenarla de luz y alegría?" La joven estaba convencida de que su verdadero amor también buscaría en las estrellas señales de su encuentro.
Una noche, mientras Luna miraba fijamente al firmamento, vio una estrella fugaz cruzar el cielo. Tomó esto como una señal y decidió emprender un viaje en busca de su amado.
Empacó algunas provisiones en una bolsa y partió hacia lo desconocido, siguiendo la estela brillante que la estrella fugaz dejó a su paso. Durante su travesía, Luna conoció a varios personajes peculiares que la ayudaron en su búsqueda.
El primero fue Luciérnago, un insecto luminoso que le mostró el camino cuando la oscuridad amenazaba con desorientarla. Luego se encontró con Noctámbulo, un búho sabio que le brindó consejos valiosos sobre el amor y la paciencia.
Después de días de caminata, Luna llegó a un claro en medio del bosque donde descubrió un lago cristalino iluminado por la luz de la luna llena. En ese instante mágico, vio reflejada en el agua la imagen de un joven apuesto cuyos ojos brillaban como dos estrellas.
"¡Eres tú! -exclamó Luna emocionada-. Te he estado buscando por todas partes". El joven sonrió y extendió la mano hacia ella: "He esperado tanto tiempo este momento. Sabía que nuestras almas se encontrarían bajo el manto estrellado".
Luna comprendió entonces que el verdadero amor no siempre llega cuando uno lo espera, pero siempre llega en el momento adecuado.
Juntos contemplaron el cielo nocturno mientras las estrellas danzaban a su alrededor, iluminando su camino hacia una historia de amor eterno. Desde aquel día, Luna y su amado recorrieron juntos cada rincón del mundo bajo las mismas estrellas que los habían guiado hasta encontrarse.
Y aunque los años pasaran y las noches cambiaran, su amor perduró como un faro luminoso en la inmensidad del universo. Y así concluye esta historia de búsqueda emocional entre noches estrelladas y corazones destinados a encontrarse en medio del infinito universo del amor verdadero.
FIN.