La búsqueda saludable



En un soleado día de verano, en el Parque de los Juegos, se encontraba Nico, un niño curioso y aventurero. Nico siempre estaba buscando nuevas emociones y diversión. Hoy había ido al parque con su hermanita, Lola.

Nico y Lola estaban disfrutando de los juegos del parque cuando vieron a lo lejos una colorida máquina expendedora de gaseosas. Los ojos de Nico se iluminaron al instante. "¡Lola! ¡Mira esa máquina de gaseosas!" exclamó Nico emocionado.

Lola miró la máquina con ansias también, pero sabía que sus padres no les permitirían comprar una gaseosa tan temprano en la mañana. "Nico, ¿crees que podríamos conseguir alguna moneda para comprar una?" preguntó Lola tímidamente.

Nico sonrió y dijo: "¡Claro que sí! Vamos a buscar por todo el parque". Los dos hermanos comenzaron su búsqueda incansable por el parque. Revisaron debajo de bancos, en las fuentes y hasta en los arbustos más escondidos.

Hasta que finalmente encontraron una moneda brillante debajo del columpio. "¡Lo logramos!" gritó Nico mientras sostenía la moneda victoriosamente sobre su cabeza. Ambos corrieron hacia la máquina expendedora con una gran sonrisa en sus rostros.

Insertaron la moneda y eligieron su gaseosa favorita. Pero justo cuando iban a tomarlas... -¡Esperen! -dijo Lucas, un niño mayor del vecindario- No deberían beber tantas gaseosas tan seguido. Son malas para su salud. Nico y Lola se miraron entre sí, confundidos.

No entendían por qué Lucas les decía eso. - ¿Por qué dices eso? -preguntó Nico con curiosidad. Lucas les explicó que las gaseosas tienen mucha azúcar y que beberlas en exceso puede ser perjudicial para la salud.

Les contó sobre los problemas dentales, el aumento de peso y cómo pueden afectar el funcionamiento del cuerpo. Los ojos de Nico se abrieron sorprendidos. Él no sabía todas esas cosas sobre las gaseosas.

Miró a Lola y vio una expresión de decepción en su rostro. - Tal vez deberíamos buscar algo más saludable para disfrutar juntos -sugirió Nico mientras devolvía las monedas a su bolsillo. Ambos hermanos se dirigieron hacia un puesto cercano donde vendían jugo de frutas naturales.

Compraron dos vasos llenos de jugo fresco y colorido. Se sentaron en un banco cerca del lago y comenzaron a disfrutar su bebida refrescante mientras observaban los patitos nadar.

Nico aprendió una valiosa lección ese día: no todo lo que parece divertido es realmente bueno para nosotros. A veces, debemos tomar decisiones conscientes y responsables sobre lo que consumimos, pensando siempre en nuestra salud y bienestar. Desde aquel día, Nico se convirtió en un defensor de la alimentación saludable.

Comenzó a investigar sobre diferentes alimentos nutritivos y compartió sus conocimientos con sus amigos en el parque. Juntos, crearon un grupo llamado "Los Super Alimentos" cuya misión era promover hábitos saludables entre los niños del vecindario.

Y así, gracias a una simple máquina expendedora de gaseosas, Nico descubrió su pasión por la salud y el bienestar.

Aprendió que cada elección que hacemos tiene un impacto en nuestra vida y que es importante cuidar de nuestro cuerpo para poder disfrutar plenamente de las aventuras que la vida nos ofrece.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!