La cabaña de los sueños



Había una vez un niño llamado Ricchi, quien era muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, decidió invitar a sus 10 amigos a una cabaña en construcción que había descubierto cerca de su casa.

-¡Chicos, los quiero invitar a mi nueva aventura! Tenemos que ir a la cabaña en construcción que encontré el otro día -dijo emocionado Ricchi. -¿En serio? ¡Qué genial! -exclamaron sus amigos al unísono.

Cuando llegaron a la cabaña, se dieron cuenta de lo pequeña que era. Pero esto no les importó en absoluto, ya que estaban allí para compartir sus ideas y deseos más profundos.

-¡Vamos chicos! Es hora de poner nuestras ideas en acción -gritó Ricchi mientras sacaba algunos papeles y lápices del bolsillo. Cada uno de ellos escribió sus mejores deseos y pegaron los papeles en la pared de la cabaña.

Había deseos como "quiero ser astronauta", "quiero viajar por todo el mundo" y "quiero ser un gran artista". Después de haber compartido sus pensamientos más profundos, decidieron celebrar con una torta y chocolatada caliente. -¡Está deliciosa esta torta! -dijo uno de los amigos mientras se lamía los dedos llenos de crema.

De repente, un fuerte viento comenzó a soplar afuera y empezaron a escuchar ruidos extraños provenientes del techo. -¿Qué está pasando? -preguntó Ricchi preocupado. De repente, un agujero se abrió en el techo y comenzó a llover adentro de la cabaña.

Todos se pusieron tristes al ver que sus deseos podrían quedar arruinados. -¡No importa! -dijo Ricchi con una sonrisa en su rostro-. ¡Podemos arreglar esto juntos! Con mucho esfuerzo, lograron tapar el agujero y continuar con su celebración.

A pesar de los contratiempos, estaban felices de haber compartido sus ideas y sueños juntos. -¡Chicos, esto fue increíble! -exclamó Ricchi mientras se despedía de sus amigos.

Todos regresaron a casa con un gran sentido de satisfacción y esperanza por lo que les podría traer el futuro. Gracias a la perseverancia y trabajo en equipo, sabían que podían alcanzar cualquier objetivo que se propusieran.

Desde entonces, cada vez que necesitaban inspiración para seguir adelante, recordaban aquella tarde mágica en la pequeña cabaña en construcción.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!